Hoy 
SAN RAFAEL DEL YUMA, Higüey.- Productores del Proyecto de Riego Baiguá, que desarrolla el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) en este municipio, iniciaron esta semana el tránsito de una producción tradicional a la agricultura de precisión.
En varias de estas parcelas el INDRHI instaló un instrumento para medir la humedad del suelo, llamado tensiómetro, que va a indicar a los productores el momento exacto en que las plantaciones necesitan agua o, por el contrario, si están con exceso de humedad.
Con la instalación de ese equipo, los regantes ahorrarán agua y combustible, puesto que el sistema de riego Baiguá se alimenta del subsuelo. También tendrán economías en el uso de insumos debido a que un exceso de riego produce un arrastre de los fertilizantes y agroquímicos, impidiendo que los cultivos los aprovechen.
La iniciativa forma parte de las acciones desarrolladas por el INDRHI para implantar en el país la agricultura de precisión. Los demás proyectos que se beneficiarán con la aplicación de este nuevo concepto de producción son los sistemas de riego por goteo Los Olivares, en Pedernales, y Cambronal-Las Lajitas, en Neyba, informó el director ejecutivo del organismo, ingeniero Frank Rodríguez.
El funcionario, previo a la colocación de los indicadores de humedad en Baiguá, encabezó una jornada de capacitación dirigida a usuarios de riego, que fue celebrada en el Centro de Gestión de Agronegocios y Audiovisual-Biblioteca (CEGA-CABI) instalado por el INDRHI en San Rafael del Yuma para preparar a los productores en el uso de nuevas tecnologías para mejorar el riego, la producción y el mercadeo, entre otros aspectos.
Rodríguez les aseguró que la agricultura de precisión los transformará en productores altamente competitivos.
Ese nuevo concepto de producción identifica, analiza y maneja las variaciones que ocurren tanto a nivel de campo como en el tiempo, para aumentar la rentabilidad, la sostenibilidad de la actividad y la protección al medio ambiente.
La información sobre la cual se toman las decisiones debe tener un componente de localización, es decir que debe estar georreferenciada, por lo que se necesita contar con una forma de colectar y de manejar ese tipo de información.
La agricultura de precisión se asiste de los Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) y de Información Geográfica (SIG), sensores y, por supuesto, de un monitoreo constante de la productividad.
Otro aspecto fundamental del novedoso concepto es la investigación de los suelos, para determinar textura, salinidad, compactación, fertilidad y materia orgánica. También se investiga el manejo del agua, la genética de los cultivos, el tipo de enfermedades propia de los cultivos y las plagas.
En San Rafael del Yuma el INDRHI desarrolla el Proyecto de Riego Baiguá, que tiene como meta satisfacer parte de la demanda de vegetales y frutas de los hoteles localizados en el triángulo La Romana-Bayahibe-Bávaro, en el este del país.
El proyecto se ejecuta en 21,735 tareas, donde 303 productores asociados se dedican al cultivo de ají, lechosa, melón, brócoli, tomate, cebolla, repollo, lechuga, sandía, remolacha y otros rubros.
La agricultura de precisión permitirá a esos productores optimizar los recursos para obtener mayor rentabilidad.
El CITAR
El desarrollo de los proyectos de agricultura de precisión es tarea del Centro de Investigación y Tecnología de Agua para Riego (CITAR), creado por el INDRHI.
Esa unidad recibe la cooperación técnica del Centro de Estudios del Agua (CEA) del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, de México, que le transferirá parte de la experiencia acumulada en sus diez años de existencia.
El CITAR está orientado a generar conocimientos sobre los recursos hídricos para apoyar el proceso de toma de decisiones en la búsqueda de soluciones innovadoras y sostenibles que satisfagan las necesidades de agua, el empleo y el desarrollo de la ciencia y la tecnología para el aprovechamiento sostenible del agua en el país
Entre sus objetivos están promover el ahorro en el uso del agua para riego y progresar en el conocimiento de los fenómenos y procesos del ciclo hidrológico, incluyendo aspectos de eventos extremos de origen hídrico, como sequías e inundaciones, y efectos del cambio climático.
Además, promover la conservación de las fuentes de agua, lograr una mejor comprensión de los efectos ambientales asociados al uso y aprovechamiento del agua, y mejorar la gestión de los recursos hídricos, integrando los factores técnicos ambientales, sociales, políticos y económicos.
