Productores de arroz atraviesan las de Caín

Productores de arroz atraviesan las de Caín

POR FERNANDO QUIROZ
El padre Rogelio Cruz denunció ayer que decenas de productores de arroz de la provincia María Trinidad Sánchez (Nagua) atraviesan por la «seria problemática» de que aún no han podido comenzar la siembra de ese producto por falta de financiamiento del Banco Agrícola.

Pidió la intervención del gobierno tras advertir que la situación hace más grave los niveles de hambre y de enfermedades en  los residentes de esas comunidades, afectados en los últimos días por diarreas, vómitos, virus gripales y erupción de la piel, atribuidos a la contaminación del agua.

Dijo que si no se le presta atención, las autoridades deberían declarar «zona de hambruna» a las comunidades más afectadas, como Boba, El Pozo, Candela, La Pichinga, Madre Vieja, La Seja, La Factoría. También, en Bajo Yuna, los Peinados, Los Contreras y toda el área baja de La Reforma.

Todas esas comunidades de Nagua y de toda la provincia María Trinidad Sánchez, al igual que otras zonas del país, fueron golpeadas hace semanas por inundaciones severas tras casi un mes de lluvias.

«La gente que vive del arroz que siembra se encuentra sin norte y sin dirección, porque no sabe hacia dónde recurrir. Es una situación muy crítica la que se está viviendo», expresó el padre Cruz en entrevista para HOY.

Su labor religiosa y social, dijo, le ha permitido ser testigo de que mucha gente de esas comunidades «mal come» una vez al día.

Advirtió que en los próximos días pueden registrarse grandes manifestaciones de protesta, porque las organizaciones están discutiendo los planes de lucha para demandar solución para la siembra de arroz.

 Muchos agricultores de esa zona arrocera del nordeste tienen sus terrenos listos para la siembra. Tampoco cuentan con los fondos provenientes de las cooperativas, porque estas entidades en su mayoría están quebradas, manifestó Cruz.

Se necesita, planteó, apoyo del gobierno para realizar un levantamiento del número de productores afectados y sobre el monto  estimado de fondos que necesitan, para luego ir en su auxilio.

Reconoció el esfuerzo del secretario de Agricultura, agrónomo Amílcar Romero, de estar presente en la zona, de querer apoyar a la gente «pero el Banco Agrícola parece que no tiene recursos».

Señaló que el Banco Agrícola ha recurrido a una «famosa carta de crédito» que afirma es un negocio para los dueños de almacén y para los que tienen mucho dinero.  Los agricultores que toman insumos bajo esta modalidad deben de pagar intereses de hasta un 30%, indicó.

Lo que significa, agregó, que a la producción de una tarea de arroz que ronde los RD$3,000 ahora  hay que sumarle más de un 20% de interés que considera quedaría en manos de poderosos.

 Parte de los semilleros de arroz resultaron destruidos por las inundaciones, al igual que cultivos de plátano, yuca, habichuela y otros sembradíos.

Admitió que ha habido cierta recuperación en la zona tras las continuas lluvias que se registraron por más de un mes, pero señaló que la gente sigue con situaciones muy críticas.

VIVEN EN RANCHOS

«El Estado no tiene capacidad para responder a eso. Se han hecho intento de mejoría de viviendas, pero ni siquiera una tercera parte de esas necesidades han sido cubiertas», dijo con relación a la cantidad de casas que fueron destruidas por el huracán Jeanne y las torrenciales lluvias de semanas posteriores.

Muchas familias, añadió, viven en ranchos o en casas de parientes tras las inundaciones que arrastraron sus hogares y ajuares.

ENFERMEDADES

Cruz habló del drama que viven los residentes de la zona por las enfermedades. Llamó la atención de que muchas personas sufren de infecciones en los pies, sobre todo por las largas horas de estar metidas en pantanos en las labores de siembra de arroz.

No hay posibilidades de cubrir las necesidades de servicios médicos en las policlínicas de esas comunidades, que no disponen ni de los medicamentos esenciales.

Puso como ejemplo que en la mañana de ayer una señora le planteó la necesidad de hacerse una radiografía en un brazo, «y sin un centavo en los bolsillos», tenía que trasladarse a San Francisco de Macorís para recibir el servicio médico.

La semana pasada, dijo, tuvieron que realizar un maratón para recaudar fondos para cubrir la operación de riñón de un joven. Luego aparecieron tres casos parecidos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas