MAO. VALVERDE. Las plantaciones bananeras de esta zona han empezado a recuperarse, luego de los azotes que sufrieron el año pasado a causa de la Sigatoka Negra, una enfermedad que generó pérdidas estimadas en US$76 millones  a ese sector.

  Los más afectados han sido los pequeños y medianos productores, a quienes se les hace difícil asumir los costos que conlleva hacer frente a la situación.

  Según   productores consultados, los daños causados han provocado que muchos  tengan sus fincas en venta o en oferta de arrendamiento, porque no pueden cumplir las deudas causadas por la enfermedad, conjuntamente con la rehabilitación de sus plantaciones.

  El director ejecutivo de la Asociación Dominicana de Productores de Banano (Adobanano), Máximo Jerez, dijo que los agricultores comprendieron muy tarde la magnitud de lo que podía causar la Sigatoka Negra, pero dijo que ahora hay mejores perspectivas.

  Señaló que si se hubiesen realizado las prácticas agrícolas correctas y las debidas labores culturales, la situación fuera menos dramática, y para controlar la enfermedad fuera menos necesario el uso de las fumigaciones aéreas, “el método que menos debiera utilizarse, pero el que más se utiliza”.

 Según declaró Jerez, a causa de la Sigatoka las plantas pierden el verde de sus hojas, y esto afecta el desarrollo normal del racimo, y además provoca una maduración prematura de la fruta, lo que se traduce en una reducción considerable de la producción.

  Indicó que el pasado año las fumigaciones aéreas para tratar de controlar la enfermedad aumentaron de precio, y las exportaciones se redujeron de forma considerable, dejando  pérdidas por US$76 millones.

  “Nosotros hicimos  cálculos basados en el potencial que teníamos de exportar para este año, no basados en las exportaciones del año pasado, y en base a ese potencial, por el crecimiento que ha tenido el sector, estimamos que hubo una pérdida de 76 millones de dólares”, precisó Jerez. 

  Explicó que el fenómeno se propagó más por causa del clima, “o sea, las lluvias hicieron más grave la enfermedad, al extremo que paralizó a muchos productores”.

  En la actualidad la situación ha mejorado y ya cada semana la asociación, que tiene más de 200 pequeños productores afiliados,   exporta 14 y 15 contenedores.

   Bernardo Rodríguez, un productor que tiene 70 tareas de banano, dijo que la Sigatoka significó un atraso de casi un 100% para muchos agricultores en el Noroeste.

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Cambio

  El productor y exportador bananero Elso Jáquez dijo que ya el panorama ha empezado a cambiar, y confió en que el sector recuperará sus fuerzas y todo volverá a la normalidad.   Se quejó del poco apoyo ofrecido por las autoridades a los bananeros, a pesar de los aportes que hace la industria a la economía de la región.

El ataque más severo

El ingeniero agrónomo Ricardo Borbón, técnico de la Asociación de Bananeros Unidos,  dijo que el ataque de Sigatoka  del pasado año fue el más severo.