POR DISRAELI GUILLEN
NUEVA YORK. – La República Dominicana tiene una abundante y variada producción agrícola, cuenta con las estructuras de mercadeo y con los consumidores, no solo dominicanos, sino de otras nacionalidades en Nueva York y otros estados de la unión americana. Al contar favorablemente con estos factores y con la voluntad de conquistar el mercado de consumidores más grande del mundo, lo que faltaría sería la decisión de convertir ese objetivo en realidad.
Desde que en el 2002 se dio a conocer que los Estados Unidos integraban a la República Dominicana al Tratado de Libre Comercio con Centroamérica (RD-CAFTA, por sus siglas en inglés), procedí a identificar, cuales productos agrícolas, agroindustriales y medicinales se encontraban en el mercado de Nueva York y en otros de la unión americana.
Al gusto y estilo dominicano, es una frase que la han usado y la usan, los interesados en captar el potencial de consumidores, no solo de nacionalidad dominicana, sino de nacionales de diferentes países del mundo establecidos en la gran urbe.
Por esta razón es común encontrar Eggplant Dominican Style, Berenjenas al Estilo Dominicano, frases que identifican el contenido de una bella caja de cartón blanco, que tiene la frase California Products, es decir, el producto es cosechado en California.
Existen muchos factores para que la República Dominicana fortalezca la presencia de sus productos en el mercado de Nueva York. Solo falta la voluntad de conquistar ese objetivo, pues tenemos las estrúcturas de mercadeo con más de 400 supermercados adaptados a los más avanzados stándares de mercadeo, 3,423 bodegas (el popular negocio de más venta en los vecindarios de la gran urbe), 1,156 restaurantes y estructuras comerciales, empresariales, profesionales y de industrias de servicios ascendentes a 32,179 negocios, que convierten a la comunidad quisqueyana, en parte integral de la columna vertebral de la economía, según lo establece el Departamento de Desarrollo Económico.
Esos dominicanos arriesgan el pescuezo pero triunfan, publicó el Wall Street Journal a principios de la década de los noventas, al refrirse a cómo los dominicanos estaban rescatando vecindarios, revitalizando los negocios y los servicios en áreas que otros habían abandonado, huyendo de los altos índices de criminalidad generado por el narcotráfico y otros delitos.
Nacionales de diferentes países buscan afanosamente donde encontrar orientación para emprender negocios en la República Dominicana, bajo la cobija del RD-CAFTA. Muchos dominicanos también lo han intentado, pero no han encontrado respuestas, debido a que no existen canales orientadores, diferentes a los países de Centroamérica que tienen estructuras de trabajo efectivamente montadas por las que caminan sin obstáculos promoviendo su país y sus productos.