BIENVENIDO ALVAREZ-VEGA
El jueves último tuve la oportunidad de participar en una sencilla, cálida y gratificante reunión-almuerzo con los buenos amigos y amigas que dirigen Profamilia, encabezados éstos por su inteligente, eficiente y valiente directora ejecutiva, doña Magaly Caram.  

Fue un encuentro para repasar y ver, en líneas gruesas, el trabajo llevado a cabo por esta organización no gubernamental en sus 41 años de existencia, y escuchar de sus directivos sus nuevos planes, su nueva imagen y sus nuevos énfasis. En lo adelante Profamilia será una empresa de servicios, solidaria, que concentrará su esfuerzo en bregar “¡Por una vida sana!”, como reza su nuevo lema.

No es frecuente encontrar en el país una institución que llegue a los 40 años. Más difícil todavía es que llegue a está edad con éxitos extraordinarios acumulados, éxitos medibles y visibles aun para quienes no hayan compartido sus énfasis y su manera de hacer su trabajo. Profamilia fue fundada en 1966, cuando la sociedad dominicana era muy distinta a lo que es ahora, cuando la ideología trujillista estaba viva y vigente, cuando el doctor Joaquín Balaguer ascendía al poder para desde las alturas del Palacio Nacional predicar y practicar el neotrujillismo.

Entonces prácticamente no se podía hablar sobre la necesidad de que las parejas planificaran los hijos que quisieran tener. La ideología imperante, robustecida por intensas opiniones religiosas, sobre todo católicas, estimulaba a tener todos los hijos que Dios mandara. Pero Profamilia navegó en ese escenario, sin importarle que en ocasiones tuviera el viento en contra.

Pero no crea usted que la ideología de izquierda  podía ser punto de apoyo, porque ésta veía en el control y/o planificación natales las manos del imperialismo norteamericano y los mecanismos de una política de contrainsurgencia.

El tiempo y la razón, sin embargo, estuvieron del lado de Profamilia. Cuarentiún años después, ya los hijos por cada mujer no son 7.5,  el crecimiento poblacional no es de 3.5%,  el rechazo al uso de medios de planificación familiar casi no existe y la sociedad en general tiene unos criterios diferentes sobre estos temas.

Profamilia ha trabajado también con jóvenes, con mujeres, con educación sexual, con Sida, es pionera en la investigación demográfica en el país, dispone de la mejor biblioteca sobre temas de población, de violencia doméstica y de género, y de juventud en general.

Cuando a usted una institución le informa que ha ofrecido 63 millones de servicios y consultas de planificación familiar, cuando usted conoce el edificio que ha construido para alojar sus instalaciones; cuando usted observa los cientos de informes de investigaciones, libros y otras publicaciones; cuando usted comprueba la estabilidad de su personal, que incluye de los mejores y más reconocidos académicos del país, entonces usted se da cuenta  que no estamos hablando de una institución cualquiera.

Profamilia es, pues, un modelo de organización no gubernamental que ha devuelto con creces a sus donantes y al país, las inversiones hechas en estos 41 años. Ojalá que ahora, cuando emprende un nuevo camino y nuevos énfasis, para renovarse y para responder a las nuevas necesidades, los éxitos y los aportes a la sociedad sean tantos como los que hemos comentado.
bavegado@yahoo.cm