Profanan decenas tumbas cementerio Máximo Gómez

Profanan decenas tumbas cementerio Máximo Gómez

Decenas de tumbas han sido profanadas en el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez, en el Distrito Nacional, por bandas que se dedican a romperlas para sustraer las varillas que venden para el consumo de drogas y otras sustancias alucinógenas.
A la violación de las tapas de las sepulturas se agrega también el robo de puertas de bóvedas en todo el cementerio de 44 mil metros cuadrados, ubicado entre las avenidas Máximo Gómez, Pedro Livio Cedeño, María Montez y Américo Lugo, entre los sectores Villa Juana, Villas Agrícolas y ensanche La Fe.
Mediante recorrido por el interior del camposanto se comprobó que ni siquiera los fallecidos escapan a los delincuentes, a pesar de que el Ayuntamiento del Distrito Nacional ha redoblado la seguridad las 24 horas y mantiene brigadas de limpieza constante en su interior.
El área donde más tumbas han sido profanadas es la que está en las proximidades de las avenidas Pedro Livio Cedeño y María Montez, que pertenecen a Villas Agrícolas.
Uno de los panteones violados en más de una ocasión es de la madre de Yi-yoh Robles, quien se manifestó indignado, ya que hasta la cabeza de la difunta madre desapareció, sabrá Dios con cuáles fines.
En su cuenta de Facebook expresa “este país se jodió coño. Cuándo llegará una gestión seria que acabe con esa vagabundería, ellos saben quienes roban esas cosas y donde están… yo voy a averiguar bien todo. No me importa na. A mi madre yo la amo más que a mí”.
Entre los profanados figuran, entre muchos otros, el de Rafael Medrano, sepultado en el año 1992, próximo a la Pedro Livio Cedeño, de quien se observa parte del cráneo y la corbata.
También el de Juan Francisco Luna Mejía, sepultado en 2003, cuyo panteón quedó sin tapa, debido a que fue rota para sustraer las varillas. En la misma situación se observó la tumba de Juan de la Cruz Jiménez, sepultado en 2005; además la de Manuel Teodoro Arias, sepultado en 2013, las cuales quedaron sin tapas y no se sabe si se llevaron las osamentas. En la misma situación quedó la de María D` Correa Ureña, quien fue sepultada en 1996, así como la de Milagros Mateo Sánchez, sepultada en 2016.
Entre los profanadores citan a un tal “Recopiolo” quien es uno de los que se dedican a la práctica, y que por ello ha sido capturado por la seguridad del cementerio y enviado a la justicia en múltiples ocasiones.
Felipe Solano, trabajador en el camposanto, dijo que el tal “Recopiolo” ha sido atrapado en más de 20 ocasiones, llevado amarrado a la Fiscalía, de donde a pocos días vuelve a lo mismo.
Solano mostró una tumba sin la tapa, sustraída recientemente, pero que al parecer al profanador lo sorprendieron y dejó las varillas sobre otra sepultura.
Arsenio Borges, director de Servicios Públicos del ADN, expresó que el cabildo contempla subir las paredes del Cementerio, aunque señala que los camposantos deben ser abiertos.

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