Profesional de 23 años necesita transplante de hígado

Profesional de 23 años necesita transplante de hígado

Una joven de 23 años que padece cirrosis hepática necesita de urgencia un donante con características especiales para poder seguir viviendo.

Luisa María Figaris es una joven sobresaliente. Con tan sólo 21 se hizo profesional, pero desde hace cinco años comenzó a padecer del hígado, aunque los médicos dijeron que ya había sobrepasado dicha enfermedad.

«Cuando estaba en el bachillerato comencé con los síntomas. En principio tuve los ojos amarillentos, me recreció el estómago y estuve en varios médicos hasta que uno me dijo que ya estaba bien, que no me preocupara… Dejé de sentir los síntomas, así que creí que estaba bien y continué con mi vida», relata entristecida.

El pasado 25 de abril recibió la noticia que le cambiaría la vida, ya que su padecimiento en de hígado empeoró, y describe las características que debe tener para poder recibir un trasplante:  «En principio me dijeron que tenía una cirrosis y que mi propio cuerpo atacó mi hígado. Ahora solo me queda menos de un 20 por ciento y me monitorean todos los días.

El donante debe tener muerte cerebral, pues necesito un hígado completo y tener un peso aproximado al mío, que son unas 131 libras», cuenta.

Luisa, además del donante, necesita un millón 500 mil pesos, aunque sus amigos de Monte Plata (de donde es oriunda), se han comprometido a realizar diversas actividades para poder recaudar este dinero, ya que su seguro médico, no le cubre el trasplante.

En su seguro médico, le dijeron que como tiene menos de un año trabajando, no le cubren el trasplante,  porque al menos debe acumular tres años para que le cubra el millón y medio que necesita para la operación. Luisa está en la ciudad (gran Santo Domingo) de lunes a viernes,  viviendo en un barrio en Los Ríos, en la casa de una tía  ya que así los medicos que siguen de  cerca su caso pueden monitorearla diariamente.

La joven pide a cualquier persona que pueda socorrerla que le tienda la mano: «Si alguien tiene un familiar con muerte cerebral, les pido que me ayuden a seguir viviendo, porque quiero seguir adelante por mi mamá y por mí».

La joven asegura que su fe es inquebrantable y pese a esta gran prueba, pide a Dios por el milagro esperado.

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