El profesor Francisco Castro Mejía, quien se quitó la vida de disparo en la cabeza en el interior de su residencia ubicada en la comunidad Chiringo del municipio Villa Riva, fue calificado por sus seres queridos como un buen profesional y colaborador a tiempo completo.

“Aquí estaba involucrado en todos los problemas de la comunidad”, manifestaron consternados varios amigos y familiares cercanos del hombre mejor conocido como Papito, 42 años de edad.

Los familiares agregaron no haber escuchado nada, ni notar ninguna actitud rara al respecto.

El cadáver Castro Mejía fue encontrado por su madre en el interior de su habitación, quien entró al ver que la puerta estaba junta y su hijo no había salido para irse a su lugar de trabajo.

Al lugar del hecho se presentaron miembros de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM), del Ministerio Público, la Policía Científica y el médico legista.