Profesor Meritísimo
y las Neurociencias

Profesor Meritísimo <BR>y las Neurociencias

La pasada semana tuvimos el alto honor de dictar una conferencia magistral sobre las neurociencias y su devenir histórico, en los salones de la Academia de Ciencias. Pero mi gran sorpresa de la noche fue que al finalizar mi conferencia, fui reconocido como ¨ Profesor Meritísimo¨ de la Universidad Interamericana (UNICA) por: ¨ los altos méritos en los campos profesional, científico, académico y humanístico¨.

En verdad que me sentí muy, pero muy halagado por la  prestigiosa distinción. Al dar las gracias ante el numeroso público asistente, reafirmé mi compromiso con la sociedad, con la profesión de médico y en particular con la Neurología y enfatizaba la gran                                                                                                                                           responsabilidad de continuar aportando   granitos de arena en el desarrollo de las neurociencias en el país.

Deseo agradecer públicamente al licenciado Gabriel Read, Rector Magnífico, y a doña Zoraida Heredia, por la  gentileza que me dispensaron al pensar en mi accionar profesional y  hacerme Profesor Meritísimo.  Mi padre, José Silié Gatón, lo había recibido de la USAD hace unos años. Deseo con los amables lectores, compartir sólo la última parte de mi disertación por razones de espacio.

Durante el cálido encuentro con amigos, profesores, académicos y estudiantes hicimos una revisión de la evolución de la medicina desde la primera referencia médica en los papiros egipcios hasta la modernidad de la nanotecnología, buscando  la medicina robótica del futuro.

 Lo cierto es que hoy en muy pocos foros de pensamiento del mundo occidental se duda sobre este comienzo intelectual del nuevo siglo que, con la Neurociencia, apunta a ser casi revolucionario.

De hecho, diariamente asoma en la prensa escrita algún descubrimiento sobre los ingredientes neuronales que se suceden en la toma de decisiones, en el amor, en los convulsos sentimientos de los adolecentes o en las conductas asesinas y sicopáticas de muchos individuos. Y se habla cada vez más y con más fuerza en actos académicos y de divulgación, de que este siglo XXI, en que ya nos encontramos, será el siglo de la Biología de la Mente, un fenómeno análogo al que constituyó la Biología del Gen en el siglo XX.

Hoy en la realidad de la cibernética, somos más inteligentes, la computadora está cambiando nuestros cerebros, lo que necesariamente conlleva  a un cambio de raíz de nuestras estructuras de pensamiento, pero hay un inconveniente,  demasiada información, pero en vez de llegar al fondo de las cosas, tendemos a abordarlas con mucha superficialidad, ¿qué nos deparará el futuro?

Esta noche en tan solemne escenario,  propongo que  la Academia de Ciencias instaure el ¨Premio Anual de las Neurociencias¨, donde en combinación con las sociedades de Neurología, Psiquiatría, Psicología, el Colegio de Psicofarmacología  y el  Club de la Epilepsia, se escoja anualmente el trabajo de investigación, o de aportes más importante en cualquier campo de las neurociencias, sea individual o institucional, para fomentar su difusión. En esta sucinta revisión histórica,  no hemos tocado el funcionamiento cerebral, por su complejidad. Pero sabemos, que el porvenir que le espera al  órgano rector es promisorio, porque vemos que tendremos una tecnología esperanzadora.  En el proceso de esta rapidísima tecnología,  creemos es preciso reinventar el mundo.

Tal como dijimos al principio, es la palabra lo que nos hace superiores, quiero yo terminar este ¨conversatorio¨ diciéndole a todos ustedes en muy sentidas palabras ¡muchas gracias¡

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