POR M. ARISTY CAPITAN
Los profesores y empleados de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) decidieron ayer mantener la huelga, que ya lleva 21 días, hasta que el gobierno o las autoridades universitarias complazcan su demanda de aumento salarial de un 30º%, decisión que fue lamentada por el rector Roberto Reina, quien anunció que expondrá esa decisión ante el Consejo Universitario.

Al conocer la decisión de la Federaciones de Asociaciones de Profesores de la UASD (Faprouasd) y la Asociación de Empleados Universitarios (Asodemu), la secretaria de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Ligia Amada Melo, decidió retirarse como mediadora en el conflicto.

La determinación, aprobada por gran mayoría en la asamblea que tuvo lugar en el Aula Magna, provocó un caos en el que no faltaron los golpes. Tampoco la presencia de sindicalistas que nada tienen que ver con la UASD,  como Ramón Pérez Figueres, presidente de la Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU).

El lío comenzó después que los estudiantes solicitaran a la asamblea que se les permitiera agotar un turno y  ésta se opuso argumentando que los bachilleres no tenían derecho al voto. Acto seguido, comenzaron los forcejeos,  empujones y alguna que otra trompada.

Posteriormente, el bachiller  Manuel Cuevas tomó el micrófono por la fuerza y amenazó a los profesores y empleados con iniciar una movilización estudiantil para no perder un día más de docencia.

Los estudiantes salieron a los pasillos de la Rectoría gritando la consigna: «a la calle a combatir, movimiento estudiantil». Esta frase es sólo un preámbulo de lo que puede ser ahora una verdadera lucha estudiantil, señaló unos de los manifestantes.

Los estudiantes dijeron estar seriamente preocupados con el futuro del curso de verano ya que de no reiniciarse la docencia el lunes, no habrá tiempo para impartirlo.

La prueba de ello es que en el nuevo calendario que diseñaron las autoridades, suponiendo que las clases empezaran este lunes 24, el segundo semestre del año terminaría el 26 de diciembre.

Tras lamentar que tanto las autoridades como los gremios se hayan cerrado y no den su brazo a torcer, Danny Marcelino, presidente del Frente Estudiantil Flavio Suero (FEFLAS) llamó a los estudiantes de la UASD a integrarse a la vigilia permanente que tendrán en el Aula Magna.

Si esta vigilia no funciona, Marcelino reiteró que están en la disposición de iniciar una huelga de hambre en reclamo de la docencia.

El rector Roberto Reina dijo, a través de la Dirección de Relaciones Públicas de la academia, que en las próximas horas convocará el Consejo Universitario para que delibere sobre la nueva situación que plantea la decisión de los gremios.

Lamentó que los gremios de la UASD no valoraren como positiva la propuesta del gobierno central, de satisfacer las demandas fundamentales que enarbolan los huelguistas.

También lamentó el hecho de que no fuera levantado el paro de labores tal como lo vienen reclamando desde el principio la opinión pública del país, la mayoría de los docentes, servidores administrativos  y los estudiantes.

De su lado, la secretaria de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Ligia Amada Melo, decidió retirarse como mediadora del conflicto, descontenta ante la actitud de los miembros del comité de lucha, quienes en lugar de aceptar la propuesta del gobierno estaban exigiendo un aumento de un 40%: un 20 ahora y otro en enero.

La asamblea, sin embargo, no apoyó esa moción y se quedó con el reclamo original: que se les aumente un 30% de los salarios en este mismo instante.  Este aumento, han reiterado en diversas ocasiones las autoridades gubernamentales y universitarias, es imposible de realizar por falta de recursos.

En la UASD, el juego está trancado mientras hay casi 160 mil estudiantes que esperan regresar a las aulas.