Por MARIEN ARISTY C.
Los profesores y empleados de la UASD convocaron la asamblea general para el próximo martes 18 de abril a las diez de la mañana, lo que implica que la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) continuará paralizada una semana más.

La asamblea estaba convocada para el día de ayer pero fue suspendida después que el rector, Roberto Reyna, aseguró que canceló las gestiones para reunirse con el presidente Leonel Fernández.

Tras hacer esta afirmación, los presidentes de la Federación de Asociaciones de Profesores de la UASD (FAPROUASD) y la Asociación de Empleados Universitarios (ASODEMU), Héctor Sánchez y Ángel Osiris Torres, respectivamente, reiteraron que no levantarán el paro hasta que el rector de la universidad no cumpla con la promesa que les hizo en julio pasado: aumentarles un 30% a sus salarios a partir de este año.

Asegurando que están más firmes que nunca, los gremialistas se quejaron de que Roberto Reyna les está mintiendo. La prueba, indican, es que en ningún momento ha cuadrado una cita con el presidente Leonel Fernández, tal como les ha hecho creer.

Indignados, los gremialistas hicieron un llamado a todos los profesores y empleados de la UASD: que asistan el próximo martes 18 a la asamblea conjunta que tendrán en el Aula Magna.

Un área transformada

Esta huelga indefinida, que mantiene a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) paralizada desde el jueves 30 de marzo, ha cambiado el rostro de toda la zona universitaria: el área, siempre congestionada, luce ahora semidesierta.

Sin guaguas mal parqueadas o circulando a toda prisa por la calle Correa y Cidrón, sin  vendedores ambulantes que obstaculicen las aceras del Alma Máter, los alrededores de los muros o las áreas verdes que circundan la universidad… el clima de tranquilidad que se respira en el área obliga a los transeúntes a recordar lo que era la zona universitaria en los años 70’s y 80’s.

La gran diferencia entre aquella época y esta, sin embargo, radica en la actitud de los estudiantes frente al conflicto: lejos de lo que hubiera sucedido hace veinte o treinta años, los universitarios no están en plan de provocar desórdenes ni actos de violencia.

Así lo aseguró John García, presidente de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED), frente a un “ataúd” en el que reposaba el más triste de los difuntos: un estudiante que, ojos cerrados y cara funesta, representaba a la docencia.

“La docencia está muerta y ahora quieren matar a la universidad. Las autoridades deben recordar que los más afectados somos nosotros, los estudiantes. Por eso estaremos en una vigilia permanente hasta que se levante la huelga. Estamos protestando por la educación que se merecen todos los estudiantes que no tienen recursos para pagar una universidad privada”, dijo Euris Cruz.

Quejándose de que quieren cerrarles la universidad, Cruz solicitó a las autoridades que se pongan de acuerdo con los profesores para que puedan terminar con la huelga.

Mientras eso sucede, la tranquilidad de la zona universitaria continuará asombrando a quienes pasen por el lugar y piensen con nostalgia en el precio que cuesta esta paz: el que casi 160 mil estudiantes estén fuera de las aulas y vean con preocupación el destino del próximo curso de verano.