Hoy 
Al ponderar las debilidades de la Policía Nacional, el sentido ético de la profilaxis surge como elemento clave para poner a ese cuerpo civil armado a tono con las necesidades de prevención y seguridad que padece nuestra sociedad.
Y para tener una idea de cómo este término tiene en entredicho su esencia en esta delicada materia, basta colocar en balanza las impresiones del secretario de Interior y Policía, doctor Franklin Almeyda Rancier, y el jefe de la Policía, mayor general Bernardo Santana Páez.
A propósito del resultado positivo obtenido de pruebas antidoping hechas a personal policial, el jefe de la Policía sostiene que 61 oficiales y alistados de este cuerpo han sido cancelados por esa causa. Esa afirmación la pone en duda el secretario de Interior, quien expresa que muchas veces se dice que se ha cancelado a policías en falta, pero continúan apareciendo en las nóminas.
-II-
El interés por construir una Policía Nacional idónea, tecnificada y capaz de dar respuesta adecuada y oportuna a las necesidades de protección ciudadana, eficiente a toda prueba, no puede estar sujeto a dudas como las que motivan este comentario, dudas que nacen de lo que ha sido una práctica de mucho tiempo.
Debe haber, en todo caso, absoluta correspondencia entre lo enunciado y lo hecho en materia de la administración interna de la Policía, de manera que estas disquisiciones que comentamos no tengan más cabida.
El secretario de Interior y Policía, como cabeza de la PN, es hombre bien documentado y enterado, y sabe por qué habla de «allante y movimiento» cuando se refiere a sanciones que se anuncian pero no se ejecutan.
Y el jefe de la Policía ha dado claras evidencias de su interés por limpiar y tecnificar a esa institución, para que rinda la labor que justifica su creación.
-III-
A pesar de estas disparidades, es evidente que hay un celo común por lograr optimizar a este auxiliar de la Justicia y el orden y ponerlo al servicio de la sociedad.
Las discrepancias que parece haber sirven, sin duda alguna, para afinar los instrumentos de profilaxis y marchar en la dirección que mejor respondería a los intereses generales de la nación.
Por dispares que parezcan los criterios que sustentan en torno a la calidad de la profilaxis, Almeyda Rancier y Santana Páez han tenido un desempeño encomiable en los propósitos de mejorar el accionar y perfil de la Policía Nacional.
Mientras desempeñen las funciones puestas bajo su responsabilidad deben luchar porque en todos los casos las discrepancias los conduzcan a mejorar el tino para alcanzar las metas trazadas.
