Profunda reestructuración en sector de zonas francas

Profunda reestructuración en sector de zonas francas

POR MARIO MENDEZ
En las inversiones de zonas francas se ha producido un viraje hacia la producción de servicios no tradicionales, que no requieren del uso de mano de obra de manera intensiva, contrario a lo que había ocurrido durante muchos años desde que comenzaron a instalarse las primeras empresas de ese tipo en el país.

Al principio, casi la totalidad de las empresas de zonas francas se dedicaban a la producción de bienes primarios, especialmente de confecciones y calzados, en cuya producción se utiliza mucha mano de obra, aprovechando el bajo costo de la misma, con relación a otros mercados.

Incluso, cuando comenzó a desarrollarse en el país el sector de zonas francas, referirse a estas empresas equivalía a  hablar de inversiones que buscaban mano de obra barata.

Sin embargo, en la medida en que la mano de obra en la República Dominicana se ha ido encareciendo, con relación a otros países que mantienen costos laborales más bajos, se ha comenzado a producir una fuerte reestructuración del sector.

Esta reestructuración se profundizará hasta cambiar totalmente el modelo de zonas francas que se había establecido en el país con el desmonte del acuerdo Multifibras, a partir del 1 de enero del presente año y la consecuente entrada, sin restricciones, a los grandes mercados internacionales, de las confecciones producidas por grandes productores, que tienen costos laborales más bajos que la República Dominicana, como son los casos de China y otros países asiáticos.

«Ya hacer nuevas inversiones en productos no tradicionales sería hoy en muchos casos, avanzar hacia una quiebra inevitable, pues el país ha dejado de ser competitivo en la producción de bienes intensivos en el uso de mano de obra, particularmente en confecciones y calzados», explicó un empresario de zona franca.

Cifras ofrecidas por el presidente de la Asociación Dominicana de Zonas Francas, confirman el profundo cambio estructural que se está produciendo en el sector.

Según esas cifras, en el año 2000 el 70 por ciento de las nuevas empresas que fueron aprobadas para establecerse en el sector de zonas francas pertenecían a la producción de bienes tradicionales mientras que el restante 30 por ciento se dedicaría a la producción de bienes y servicios no tradicionales.

En  cambio, en el 2004, cuatro años después, la composición se había invertido: el 70 por ciento de las nuevas empresas aprobadas para instalarse en zonas francas iban a dedicarse a la producción de bienes y servicios no tradicionales, y sólo el 30 por ciento se planteaba producir bienes tradicionales.

En términos absolutos, de 88 nuevas empresas que en el año 2000 fueron aprobadas para establecerse en zonas francas, 51 empresas correspondían al sector tradicional y sólo 37 se iban a dedicar a la producción de bienes y servicios no tradicionales.

Por el contrario, de 26 nuevas empresas que fueron aprobadas en en los dos primeros meses del 2004, sólo nueve correspondían al sector tradicional mientras que 17 plantearon que iban a invertir en la producción de bienes y servicios no tradicionales.

Entre el 2000 y el 2003 se produjo un estancamiento e incluso una reducción en el número de empresas aprobadas, situación que se prolongó al 2004.

Como objetivo de corto plazo para el sector de zonas francas, la República Dominicana debe desarrollar capacidad de los recursos humanos de competencia mundial y atraer tecnología de punta que eficienticen la productividad de bienes y servicios.

Además, se consideran vital lograr una mayor integración vertical en el sector para lograr un mayor valor agregado naciolnal y facilitar el acceso de nuevos proyectos de inversiones nacionales y extranjeras en actividades no tradicionales.

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