Varios sectores de la Capital que se encuentran bajo el programa de 24 horas de energía eléctrica mostraron su satisfacción con el servicio, pero el mismo no corresponde con el indicado, debido a que sufren interrupciones una o dos veces por semana y que la facturación es muy alta.

Durante un recorrido por la zona del barrio Enriquillo de Herrera, Los Jardines del Norte, Los Praditos y Ensanche La Fe, las personas cuestionadas señalaron que les resulta sospechoso que la suspensión del suministro de energía tenga días fijos.

Mártires Peña, administrador del colmado Veras López del barrio Enriquillo, dijo sentirse bien con el servicio pero su inconformidad es con la factura, la cual llega entre RD$16,000 y RD$17,000 mensual.

A esto añadió que en ocasiones el servicio es interrumpido hasta por siete horas una a dos veces por semana.

Mientras que Luis Almonte, residente en Los Jardines del Norte, sostuvo que el sistema de 24 horas es efectivo pero tiene sus irregularidades, ya que a veces se va hasta por cinco horas al día.

Confesó que en varios meses viviendo por la zona la suspensión del servicio ha ocurrido de tres a cuatro veces.

Almonte, quien administra la Súper Bodega Emmanuel, dijo que la factura le ha llegado desde RD$8,000 a RD$12,000 mensual.

Reconoció que parte de las causas de la interrupción del servicio es por el arreglo de algunos equipos en la zona, pero que se siente satisfecho por el servicio.

En el sector de Los Praditos, Josefina Polanco, quien tiene un negocio de vender lámparas, indicó que el servicio es casi permanente y cuando es suspendido tarda como máximo una hora para restablecerse.

Dijo que esta situación ocurre dos veces por semana pero afirma que es efectivo.

En cuanto a la factura, reconoce que es cara, debido a que paga entre RD$2,000 y RD$2,500 mensuales por ser un negocio pequeño.

Confesó que una vez tuvo un problema porque la factura le llegó de RD$12,000 pero eso se resolvió.

En tanto Pedro Aybar, del ensanche La Fe, dijo que cuando ocurre una interrupción suele durar de cuatro a cinco horas, pero la misma es anunciada varios días antes por la empresa distribuidora.

Informó que su sector desde el 2011 está dentro del programa 24 horas, pero su mayor queja es la facturación, que considera alta y a su juicio se aplica por la apariencia del negocio o vivienda y no por el consumo, como ocurre en el actualidad.