Más de 185 millones de preservativos distribuidos en 13 años, 268,000 personas capacitadas, así como el diseño de estrategias para la prevención del VIH Sida, están entre los principales logros del Programa Mercadeo Social de Condones que contó con un financiamiento de más de 11 millones de dólares de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

El programa fue implementado a través de Population Services International (PSI) junto a su filial en el país Society For Family Health (SFH) en colaboración con el Ministerio de Salud Pública y otras entidades.

Este consistió en la implementación de una estrategia para lograr un mayor acceso de la población a los preservativos, distribuyendo más de siete millones de forma gratuita para poblaciones de alto riesgo y poniendo a la venta a un menor costo su marca Panté.

El programa enfatizó además la capacitación con trabajadoras sexuales y desde 2014 inició su autosostenibilidad gracias a la generación de recursos propios a partir de la venta de preservativos en diferentes presentaciones con lo cual ha generado 1.7 millones de dólares, lo cual ha sido reinvertido en sus operaciones.

“Hemos contribuido a cerrar una brecha en el acceso y disponibilidad de esta importante herramienta de prevención de las ITS y el VIH-Sida, así como de embarazos no planificados, lo que ha contribuido a salvar cientos de miles de vidas de dominicanos”, resaltó Wendy Alba, directora de PSI, en un acto de presentación de los logros del proyecto, Jo Jean Elenes, oficial de salud de la USAID, destacó que ha sido una estrategia clave para la salud de la población general y particularmente las personas vulnerables.

“La respuesta nacional de prevención y mitigación del VIH y Sida en la República Dominicana, depende en grado sumo, de que el país pueda garantizar la disponibilidad y acceso a insumos preventivos de alta calidad”, expresó.De su lado, Víctor Terrero,

director del Consejo Nacional para el VIH-Sida, reiteró la necesidad de establecer una política de condones para hacer más eficaces los programas de prevención de enfermedades de transmisión sexual. Valoró las buenas prácticas que dejó el proyecto PSI.