Programa económico en carta de intención

Programa económico en carta de intención

La carta de intención del Gobierno dominicano al FMI, aprobada por el Directorio el 12 de enero, contiene un programa económico que implica un importante ajuste fiscal, una política monetaria más flexible, fortalecimiento de la supervisión bancaria para lograr una supervisión consolidada y medidas en el sector eléctrico que contribuirían a apuntalar la sostenibilidad fiscal.

En términos fiscales, el presupuesto para este 2009 y la carta de intención plantean un fuerte ajuste, ya que de un déficit primario de 2.0% del PIB en el 2008 se debe lograr un superávit primario equivalente al 0.5% del PIB (aproximadamente RD$8,800 millones), mientras deberá pasar de un déficit global de 3.0% del PIB en el 2008 a un déficit de 1.7% del PIB para el 2009, es decir un ajuste equivalente al 2% del PIB.

Para lograr esos objetivos fiscales las autoridades deberán ser estrictas en mantener el gasto en línea con las recaudaciones, obtener los financiamientos externos contemplados en el presupuesto y ejecutar una serie de acciones en el sector eléctrico como aumentar las recaudaciones,  penalizar el hurto  y una tarifa consistente con los costos.

El grado de flexibilización de la política monetaria, importante para estimular la demanda privada, será una función del ajuste fiscal y del cumplimiento de la Ley de Capitalización del Banco Central con la entrega este año de los intereses por un monto de RD$12,367 millones y el pendiente del 2008 ascendente a RD$5,050 millones.

El programa monetario aprobado por la JM en diciembre pasado contempla un aumento de la emisión monetaria de 10.6%, en línea con el crecimiento nominal del producto, lo cual unido a posteriores reducciones en la tasas de política, así como la rebaja gradual de los intereses en los certificados del BC, impactarán en la reducción de las tasas de interés y en el aumento de la demanda agregada.

El sector bancario es encomiado por el Directorio del FMI por su buen nivel de capitalización, liquidez, rentabilidad y capacidad de resistir choques moderados; resultados producidos gracias a la reforma financiera, la mejoría en la calidad de la supervisión a partir de agosto del 2004 y la buena gestión de nuestros banqueros; sin embargo  la Superintendencia se compromete a fortalecer la vigilancia para lograr una supervisión consolidada.

El incumplimiento de los compromisos implícitos en el programa de monitoreo no acarrean sanciones, pero el cumplimiento será un puntal decisivo en el mantenimiento de la estabilidad, la recuperación del crecimiento y la mejoría de la clasificación riesgo-país con la finalidad de que sector público y privado puedan optar a créditos a tasas adecuadas tan pronto culmine la contracción en los mercados de capitales.

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