El programa Solidaridad que ejecuta el gobierno a fin de beneficiar a las familias de escasos recursos, tiene altos niveles de riesgos y debilidades que podrían prestarse a actos de corrupción.

De acuerdo con un estudio de monitoreo realizado por Participación Ciudadana, con el Apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el programa también tiene indicios de que está siendo utilizados con fines políticos.

El coordinador de PC Francisco Checo, al dar a conocer detalles de los resultados del estudio, informó que al final del año 2007 el programa tenía unos 13,000   beneficiados y después de las elecciones del 2008 se elevó a 400,000.

 Precisó que el  estudió demostró además  que el programa tiene fuertes debilidades en su implementación, las cuales deben ser corregidas.

Reveló  que unos de los aspectos más negativos del programa es la desconfianza que tiene la población.

“En el plano de la implementación a nivel de la base este programa tiene debilidades muy fuertes ahí, porque le falta legitimidad, ya que la gente tiene desconfianza”, aseguró Checo. Aunque el estudio no establece el nivel de porcentaje en cuanto a los niveles de riesgos, que podrían traducirse en corrupción, Checo informó que el mismo necesita de mayor transparencia e información, que permita cumplir con la Ley de Libre Acceso a la Información.

Pidió al gobierno entregar a las diferentes comunidades el listado de las personas beneficiadas, para de esa manera determinar si los mismos merecen la tarjeta Solidaridad.

Las claves

1.  El estudio

 El  estudio tuvo tres meses de duración y fue  hecho por los sociólogos Pedro Hernández y  Manuel Mejía.   Fueron entrevistados funcionarios del programa, así como representantes de las diferentes organizaciones sociales del país.  

2.  No todo es malo

 Checo informó que el estudio  también determinó que el programa tiene como fortaleza el  factor  institucional, de rendición de cuentas,  y el de investigación y sanción.