Sólo los programas escolares que persiguen convertir a los estudiantes en activistas persuaden a los fumadores adolescentes para que dejen de fumar, dicen los investigadores de la Escuela Universitaria de Medicina de Stanford.

Un estudio que incluye 10 escuelas secundarias del Área de la Bahía de San Francisco de California descubrió que los fumadores habituales de los grados 11 y 12 (17 y 18 años de edad) redujeron significativamente su propio consumo de cigarrillos cuando participaron en un programa escolar donde dedican sus esfuerzos a promover la causa contra el tabaquismo, comparado con los adolescentes en clases tradicionales de prevención de tabaquismo y abuso de drogas.

Lo que los investigadores encontraron aún más alentador fue que la disminución se mantuvo durante los seis meses siguientes a la intervención –una rareza en los programas escolares para reducir consumo de cigarrillos entre adolescentes–.

“El cambio real y sostenido que vimos es diferente de la mayoría de los restantes estudios sobre el tabaquismo en estudiantes. En los estudios pasados donde los comportamientos de fumadores cambiaron, el efecto fue muy transitorio,” dijo Marilyn Winkleby, PhD, profesora adjunta de medicina en el Centro de Investigación en Prevención de Stanford.

El objetivo del programa de promoción de la causa es aumentar la conciencia de los estudiantes para que identifiquen las señales que promueven el consumo de cigarrillos en su escuela y los ambientes de la comunidad. Los estudiantes aprendieron sobre la disponibilidad del tabaco y las estrategias de publicidad, y evaluaron la promoción comercial del tabaco en sus comunidades.

La profesora Winkleby dijo. “No es el enfoque tradicional de proporcionar la información para conseguir que ellos cambien su propio comportamiento. Es una manera indirecta de producir el cambio del comportamiento de los estudiantes al hacerles conscientes del contexto social del tabaquismo.”

Los estudiantes luego desarrollaron, pusieron en práctica y evaluaron los proyectos de promoción de la causa anti tabáquica que incluían: la formación de un grupo para hacer respetar los espacios de humo de tabaco en los recintos de la escuela; hacer cumplir las leyes que limitan la exhibición de anuncios del tabaco en los exteriores de las tiendas; eliminar las revistas con anuncios de cigarrillo de las oficinas de médicos y dentistas; y convencer a los miembros de ayuntamiento a que rechacen las contribuciones a sus campañas electorales de las empresas tabacaleras.

Las clases de prevención de alcohol y drogas del programa control se adaptaron de un programa de estudios altamente considerado que había resultado eficaz entre los estudiantes de algunas escuelas, dijo la profesora Winkleby.

Este programa se centró en la motivación de salud, las aptitudes sociales y la toma de decisiones con respecto al consumo de drogas y alcohol.