Grecia Ramírez y Egianel Veras apenas se conocen, pero tienen mucho en común: ambas son madres, artesanas, ambas fueron formadas en los talleres del programa Progresando en Artesanía y hoy en día sustentan su hogar con su trabajo, sin necesidad de sacrificar el tiempo de sus hijos: trabajan desde la comodidad de su casa.

Y es que el programa Progresando en Artesanía, enmarcado dentro del programa Progresando con Solidaridad, iniciativa de la vicepresidenta de la República Margarita Cedeño de Fernández, ha contribuido a la inclusión en el comercio formal de mujeres, jóvenes y discapacitados de diferentes regiones del país. Este es un proyecto productivo que busca contrarrestar los avances de la pobreza y pobreza extrema así como la violencia de género, asegura Ivanna Lajara, quien se encarga de comercializar la artesanía creada por los más de 400 artesanos capacitados.

Lajara dice que los productos hechos por los artesanos del programa son comerciados a través de la marca “Manos Dominicanas”, en tiendas colocadas en diferentes puntos del país, como por ejemplo: el Aeropuerto Internacional José Francisco Peña Gómez, en Boca Chica, Centro León, en Santiago, el restaurante Adrián Tropical del Malecón y la tienda Cosas del País de la Tiradentes, entre otros puntos.

Así mismo informó que este programa se lleva a cabo en treinta y cinco centros ubicados en todo el territorio nacional.

Incrementan ingresos. Según explica Lajara, antes de emprender su negocio los interesados deben tomar el curso de capacitación en los talleres donde también les permiten utilizar las herramientas para ejecutar sus ideas. Luego los encargados de Progresando en Artesanía se encargan de la comercialización de dicha mercancía.

“Cabe destacar que la artesanía que presentamos es hecha con materiales amigables al medio ambiente y con desechos, lo cual agrega un valor sostenible a la marca”, dice.