Progreso y abandono

Progreso y abandono

La Romana está entre las provincias más prósperas del país. En ella opera el Central Romana,  una industria que destaca por la eficiencia y éxito en su  diversificada producción de derivados de la caña de azúcar. Y allí se ha desarrollado un enclave turístico de bien ganada fama internacional. Pero así como estos dos ejemplos sitúan a La Romana en la cumbre del progreso, hay un severo contraste que se percibe en el abandono a que está sometido uno de sus centros para un  servicio público de gran valor.

El mal estado en que se encuentra el hospital Francisco Gonzalvo es el contraste más deprimente que puede tener una provincia que goza de prestigio por su indiscutible progreso. La estructura, que data de unos cuarenta años, se está cayendo a pedazos y  los servicios en las unidades de emergencia y salas de ingreso se prestan en un ambiente de hacinamiento. La demanda de atención médica ha sobrepasado con mucho la capacidad del hospital.

A este hospital deberían declararlo en estado de emergencia y bajo esa clasificación emprender las reparaciones y ampliaciones que necesita. Su situación es tal, que hasta la ropa de cama tiene que ser lavada a mano, con todos los riesgos de salud que esto supone para quienes hacen esa tarea. Es necesario aligerar el contraste entre la prosperidad de esta provincia y el estado de abandono del hospital Gonzalvo.

Mini encuesta de desempleo

La magnífica iniciativa de los ejecutivos de la plaza Ágora Mall, de realizar una feria de empleo para reclutar a 300 de los más de dos mil empleados que tendrá, además de brindar oportunidad de trabajo para los que resultaron seleccionados, debería  servirle a las autoridades  como una especie de mini encuesta de desempleo. La apertura de la feria atrajo a miles de jóvenes con diversos niveles de preparación que carecen de trabajo.

La proporción en que los aspirantes desbordaron la oferta de plazas es un valioso indicador, casual e informal si se quiere, del nivel de desempleo que hay entre nuestros jóvenes. Ya antes y en un ámbito especializado, el índice de desocupación se manifestó cuando la demanda de empleos sobrepasó con mucho la oferta durante la feria realizada por el Ministerio de Trabajo  para reclutar personal bilingüe para centros de llamadas o “call centers”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas