Prólogo al libro de un mayor general

Prólogo al libro de un mayor general

HAMLET HERMANN
No sólo los diamantes son eternos. Los libros también lo son. Éste, en específico, es una obra que recopila los artículos escritos por un Mayor General del Ejército Nacional dominicano. Éstos fueron publicados periódicamente en la Revista de las Fuerzas Armadas. La advertencia es necesaria porque creo en la eternidad de la palabra escrita. Este libro podrá ser leído en el momento en que se publica, el año 2004, o dentro de diecisiete años cuando ya el siglo veintiuno sea mayor de edad. Quienes lo lean, ahora o en el futuro, deberían conocer las circunstancias institucionales en que fueron concebidos y difundidos para poder comprender a cabalidad el mensaje que llevan dentro.

Porque creo en la eternidad de la palabra escrita fue que, cuando el autor me dio a leer esta obra por primera vez, le pedí que incluyera en el texto los nombres de las personas que habían provocado cada uno de estos trabajos. Porque cada escrito responde a una situación que cuenta con protagonistas y con sus comparsas. Desde el primero hasta el último de los artículos, cada uno tiene su destinatario específico. Ellos responden a momentos y a circunstancias especiales entre los años 2000 y 2004. Son conceptos y reclamos que bullían en la mente de este soldado con rango de General de División mientras en la sociedad dominicana se daban situaciones que él podía aceptar o no.

Pero el escritor no hizo caso a mi petición y siguió adelante con su proyecto de aportar soluciones y denunciar comportamientos sin mencionar a los actores. Fue entonces cuando comprendí que, quizás sin darse cuenta, él había estado escribiendo un libro de moral. Porque moral no es otra cosa que saber establecer la diferencia entre el bien y el mal. Y eso condujo al autor a escribir centenares de páginas de conceptos y de ideas de cómo debían comportarse correctamente los ciudadanos, civiles y militares. Asimismo, a menudo refleja su indignación porque muchas actitudes de compañeros y de extraños se apartaban de las normas establecidas en los principios de la carrera militar. Y, a pesar de sus esfuerzos desde la Comisión Permanente de Reforma y Modernización de las Fuerzas Armadas, no pudo impedir que las desviaciones tuvieran lugar.

Insistí con el amigo para que con notas a pie de página ayudara al futuro lector a saber el quién y el por qué de cada idea y exigencia que emitía en su obra «Reflexiones». Temía que, ante las denuncias, se le pudiera interpretar como un resentido social, cosa que no puede ser porque en base a su trabajo profesional ha ascendido hasta uno de los mayores rangos que las leyes dominicanas le permiten a un soldado. Evidentemente quiso que su estilo claro y ameno de escribir sirviera como arma para defender el prestigio de un sector honesto y patriótico de las Fuerzas Armadas dominicanas que siempre ha existido. Pero el soldado no accedió a mi petición y el motivo fundamental de por qué estos artículos fueron escritos y ahora publicados y quien los motivó, será desconocido para las generaciones futuras.

De todas maneras, «Reflexiones» servirá para mostrar «la otra cara de la luna» de las Fuerzas Armadas dominicanas, tan necesitadas de renovado prestigio y de credibilidad luego de tanta politización que han tenido que sufrir. En este libro aparecen ideas que la ciudadanía no vislumbra a menudo dentro de los cuerpos armados nacionales: la existencia de un sector que defiende los intereses del dominicano humilde. Históricamente, el pueblo ha recibido la imagen de las Fuerzas Armadas como instrumentos de la opresión más descarnada. El monopolio de la violencia mal aplicada ha hecho que se vea a esa institución como aliada de los peores intereses contrarios a las libertades públicas y cómplices de la violación de la soberanía nacional. Sin embargo, en esta obra se reafirma que siempre han existido dentro de los cuerpos armados los militares que se han opuesto a la tiranía, a los golpes de Estado y a las invasiones sufridas contra el territorio nacional, aún a riesgo de sus vidas. Los ejemplos sobran.

Me place introducir este libro de Rafael Radhamés Ramírez Ferreiras por la calidad literaria y por el sentimiento que envuelve en cada página. Se le podrá criticar porque es apasionado. Y qué bueno que así sea. Sin pasión no se puede hacer nada en la vida. Es con pasión con lo que se tiene que luchar contra la corrupción y el delito. Es con pasión como se debe enfrentar la falta de respeto a la institucionalidad que han tenido que sufrir los cuerpos armados. Es con pasión como uno debe dejar escrito el legado de su carrera para que el pueblo aprenda a notar la diferencia entre un «guardia» y un profesional militar. Es con pasión como se construye el futuro, con la misma pasión con que se escribió este libro.

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