La historia es ciencia porque tiene teorías que son comprobables con documentos. En el país una de ellas es “la prolongación” de Horacio Vásquez en 1928, referente histórico triste por las consecuencias económica y política. Lo que poco importó al PLD cuando se combinó con la dirigencia del PRD para modificar la Constitución y posibilitar la reelección del Presidente, imitando el primitivismo metodológico, la prisa y el personalismo de Vásquez.
La historia recoge que Vásquez atropelló la institucionalidad, repartió cargos y dio facilidades cuando acordó “la prolongación” con la Coalición de Ciudadanos en 1926, lo que se consideraba poco probable, porque eran los eternos rivales bolos y coludos. Vásquez condujo el proceso con prisa, reunió la Asamblea Revisora el 9 de junio de 1927 y el 17 había extendido su mandato, el del Vicepresidente y los Diputados, en lugar de 1928 terminaban en 1930. Al PLD le gustó la rapidez de Vásquez, lo imitó, a su gusto cambió la Constitución en menos de quince días.
Está registrado que desde 1926 la Legación Americana en República Dominicana advirtió que los Estados Unidos desaprobaban la extensión del periodo, lo mismo sucedió en esta ocasión, John Kerry, Secretario de Estado, dijo que no estaban de acuerdo con la modificación de la Constitución para reelegir al presidente de turno.
Vásquez había sido elegido Presidente de la República en las elecciones del 15 de marzo de 1924, el Tratado de Evacuación funcionaba como Pacto Constitucional en el gobierno de Juan Bautista Vicini Burgos; es decir, del 1 de octubre de 1922 hasta 1924. Vásquez juró respetar y hacer respetar ese Tratado, incluyendo que su mandato era por cuatro años. Prolongó su estadía con un alto costo, aumentó la deuda externa en $4,679,050 dólares, es decir, 1.6 puntos porcentuales del PIB. A final de 1924 se debían $15,140,950 de dólares, equivalentes a 3.8% del PIB, y $19,820,000 dólares, 5.4% del PIB, en diciembre de 1928.
A mediados de 1926 habían aparecido los primeros escritos de intelectuales y políticos con el criterio de que Vásquez terminaba en 1930 y no en 1928, como lo mandaba la Constitución de 1908. La campaña se aceleró en los periódicos y el gobierno la apoyó con aumento del gasto de inversión en 1927, financiándolo con deuda. Construyó acueductos, puertos, edificios para escuelas, carreteras e invirtió en la agricultura, como resultado, la economía aumentó 9.63% en 1927 y 2.64% en 1928.
Debido a coyuntura interna y externa desfavorables la economía había estado en recesión en 1925 y 1926, decreció 16.14% y 2.06%. La demanda se redujo con la salida del ejército de ocupación, al año gastaba $1,750,000 en renta de viviendas, pago de personal, compra de alimentos y otros, además declinaron los precios de los principales productos de exportación. Dinero que dejó de circular.
Como 1929 y 1930 también fueron de recesión económica, el PIB decreció 13.29% y 11.41%, respectivamente, en lo económico “la prolongación” de Vásquez fue un desastre. Acumulado el producto total retrocedió una cuarta parte (24.7%) y su administración completa (1924-1930) no fue diferente, también acumulado el PIB se redujo en 30.63%, una de las razones por la que relativamente fácil triunfó el movimiento revolucionario del Lic. Rafael Estrella Ureña.