Los reencuentros entre amigos siempre resultan muy agradables y más si esa amistad surgió durante la niñez y se ha perpetuado con madurez, respeto y entusiasmo en el tiempo.
Este es el caso de la Promoción de Bachillerato de 1992, del Liceo Jaime Molina Mota, del municipio de Villa Tapia, provincia Hermanas Mirabal, que hace cuatro años atrás se pudo reencontrar, gracias a la tecnología, y desde entonces ha encontrado el motivo para siempre celebrar la amistad.
El pasado sábado 11, el motivo fue el mismo, en lugar de celebrar el Día de la Amistad, celebramos la eterna amistad, el punto de encuentro fue la casa de los padres de una de las compañeras, en la comunidad de Toro Cenizo, en Villa Tapia, doña Milagros Reyes y don Diógenes Cáceres, padres de Flérida, una de las efusivas del grupo, nos recibieron como si aún fuéramos los muchachos.
De inmediato la alegría se apoderó de cada uno de los presentes, afloraron las anécdotas y en el ínterin, Josian Luis María, (El Líder), entonaba con su guitarra canciones por todos conocidas, secundado, en ocasiones, por Margarita Severino, quien también canta muy bien. Algunos osados y desafinados nos atrevimos a entonar una que otras.
El escenario fue perfecto: un campito con espesa vegetación, tierra fértil y gente aún muy sana. ¿El menú?, chivo guisado al orégano, moro negro, gallinita criolla, ensaladas rusa y verde, yuca hervida, dulce de coco nuevo y una riquísima crema de auyama, preparada por Flérida, como entrada.
Fue un día de emociones encontradas, como siempre, sobre todo cuando llegaron Wendy y Rossany a quienes muchos no veíamos por unos 24 años.
Estuvieron presentes Flérida Cáceres, Carlos Fernández, Carolina Sosa, Yasmín Germán, Fernando Quiroz, Luis José Díaz, Josian Luis María (El Líder), Margarita Severino, Wendy Ortiz, Rossany Lugo y yo. Algunos asistieron con sus parejas, Fernando e Iranna, Margarita Severino y José Monegro, El Líder y Wendy y Flérida y Carlos.