Promoción de médicos celebra cálido encuentro en Guanuma

Promoción de médicos celebra cálido encuentro en Guanuma

Era el tiempo de los recuerdos, de las anécdotas, de las carcajadas y comentarios acerca del compañero y la compañera que no cambian…

La banda Cristian Dorado recordó aquellos días juveniles de los galenos c interpretando canciones de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina

Desde temprano fueron a los terrenos de la UASD a tomar el autobús como en los viejos tiempos, como en los difíciles años setenta. Unas dos horas después, más o menos, llegaron alborozados como jóvenes estudiantes universitarios a la finca del médico gineco-obstetra Rafael Estévez, en Guanuma, Yamasá.

Otros llegaron en sus cómodos y elegantes vehículos. Eran todos integrantes de la promoción médica 1969-78, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Cuando llegaron al lugar de la celebración…empezaron los abrazos, los sobrenombres, los relajos de tiempos juveniles, los piropos y elogios, las nostalgias…Los anfitriones, el doctor Estévez y su amable familia, recibían a los colegas uno a uno, brindando afectos y los mejores deseos de que cada uno pasara un buen tiempo, como si estuviera en su casa.

Allí no estaban presentes ni la bata blanca ni el estetoscopio. No era el tiempo de la clínica, del hospital, de la preocupación por el paciente, ni del último catálogo de medicamentos…Era el tiempo de los recuerdos, de las anécdotas, de las carcajadas y comentarios acerca del compañero y la compañera que no cambian, siempre iguales, siempre joviales y siempre cargados de alegría.

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No era para menos. Estaban allí reunidos 45 años después. El doctor Cristian Francisco, en su discurso de bienvenida, rememoró aquellos inicios, aquellas madrugadas frente al Alma Máter de la UASD para inscribirse y conseguir horarios adecuados. Cada semestre había que cumplir el mismo ritual. Luego llegaban las clases con profesores sabios y curtidos en la práctica médica, pero cada uno con su estilo y su temperamento, con su sentido de jerarquía y con sus exigencias.

Eran, añadió el doctor Francisco, días muy difíciles. Aquellos de las marchas, de los micromítines, de las exigencias al Gobierno para que otorgara a la UASD los fondos necesarios para cumplir con las tareas propias de una enseñanza universitaria de calidad. Eran los tiempos de los cercos a la UASD, de los universitarios heridos, de las guaguas detenidas en un punto de la Capital, de las aulas repletas de estudiantes, tiempos de los universitarios heridos por “los indios, los mismos indios”.

Pero, subrayó el doctor Francisco, “en ese transcurrir surgieron los amigos, los hermanos, parejas sentimentales que hoy, a través del tiempo, se han ido afianzando con cariño y respeto. Así llegamos al momento planeado, anhelado, a la meta, a la graduación”.

Las dificultades quedaron atrás, también los momentos incómodos. Pero ahí llegó también la pedagogía. Dice el doctor Francisco que los jóvenes que ahora celebran sus 45 años de graduados aprendieron a superar obstáculos, a conocerse a sí mismos, “y a ver que en situaciones límites sacamos a relucir toda nuestra valentía”.

Después llegaron las especialidades, la vida en clínicas y hospitales, las investigaciones, las posiciones administrativas en el sistema de salud, el gremio. Otra vida, otras preocupaciones, otras metas…, pero siempre las mismas personas que año tras año se reúnen para congratularse, reír juntos, y entristecerse por los que están enfermos y por los que ya no están, los que partieron a las moradas celestiales.

Escuchadas la bienvenida del doctor Estévez, las explicaciones de la doctora Lucy Taveras, la Tía Lucy, y la oración de la doctora Belkys Columna, inició la celebración.

El disc jockey Dj Frank (Franklin Aragonés), estratégicamente ubicado en un punto de la piscina, lanzó al aire un pimentoso merengue del icono Johnny Ventura, y varios de los distinguido galenos, hombres y mujeres, salieron a la pista como empujados por un resorte. Desde entonces, no dejó de estar ocupada por unos exjóvenes que se movían desde los pies hasta la cabeza con gracia y estilo, recordando que para el dominicano siempre hay cuerpo para un merengue.

Se escuchó y se bailó de todo: merengue, son, guarachas, salsa, bolero, rock and roll, twist, sobre todo interpretaciones del inmenso Chubby Cheker…todo un mundo de recuerdos, de evocaciones de aquellos tiempos de juventud, “tiempo primaveral, cuando la vida es canción, es amor y también sinfonía de paz”. Y se bailó, se bailó y se bailó.

Entre canciones, los tragos y los platos iban sirviéndose y las bandejas pasaban de mesa en mesa. Conversar, reír, comer, bailar, cantar, todo era válido para celebrar 45 años de graduados.
Jimmy Barranco

En un momento, la risa fue total cuando el maestro de la medicina Jimmy Barranco, catedrático de siempre, escritor y forjador de generaciones de nutricionistas, fue sorprendido gustando un sabroso trozo de chicharrón…solo se vio su sonrisa cuando un colega le lanzó “con que comiendo chicharrones”.

Cuando la tarde caía y empezó a sentirse el cansancio de los bailadores, entonces apareció la banda Cristian Dorado con interpretaciones de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina…siempre recordando aquellos días juveniles preñados de nostalgias.

Médicos asistentes

Lucy Taveras, Albania Abreu, Belkys Columna, Ivelisse Acosta, Tamara Rodríguez, Heine Volquez, Altagracia Soto, Elfida Sánchez, Luis Brito, Clara Vargas, Cristino Francisco, Zoila Pérez, Darío de los Santos, Cristian Francisco, Daniel Martínez, Joselyn Félix, Domingo Pieter, María Valdez, Esther Portes, Miguel Martínez, Marisela Aybar, Víctor Molano, Úrsula Marrero, Narciso Fortunato, Juana Castillo, Patricio Ceballos, Rolando Rodríguez, Emelda Herrera, Bárbara García, Rosa de Jesús, Jimmy Barranco, Digna López, Celeste Marte, Leandro Larancuent, Rosa Sánchez, Juan Ramírez, Ángel Salvador Sánchez, Ramona Beato, Víctor Abreu, Mariano González, Lourdes de Frías, Jorge Salomón, Ramón Sánchez, Rafael Estévez Rochet y Ezequiel Romero. Casi todos fueron acompañados de sus parejas.

Era el tiempo de los recuerdos, de las anécdotas, de las carcajadas y comentarios acerca del compañero y la compañera que no cambian…

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