Lee Tillman, máximo responsable ejecutivo de Marathon Oil Corp., les dijo a los inversores el mes pasado que la compañía tenía el equivalente a 4.300 millones de barriles en sus yacimientos estadounidenses de esquisto.

Esa cifra era 5,5 veces más alta que la que Marathon informó a los reguladores federales. Estas discrepancias son sumamente comunes en la industria estadounidense del esquisto. Las empresas utilizan pronósticos más altos para vender el auge de la fractura hidráulica a los inversores y convencer a los legisladores de que levanten la prohibición de exportar crudo que rige desde hace 39 años. Sesenta y dos de 73 empresas estadounidenses de explotación de esquisto informaron un cálculo en las presentaciones obligatorias ante la Comisión de Valores y Bolsa (SEC, por sus siglas en inglés) y cifras potenciales más altas al público, de acuerdo con los datos que reunió Bloomberg. Las estimaciones de Pioneer Natural Resources Co. fueron trece veces más altas; las de Goodrich Petroleum Corp., 19 veces más altas y las de Rice Energy Inc. casi 27 veces más altas.

“Corren un gran riesgo de verse envueltas en litigios judiciales cuando no produzcan nada parecido”, dijo John Lee, profesor de ingeniería del petróleo de la Universidad de Houston que colaboró en la redacción de las normas de la SEC.

Los inversores experimentados conocen la diferencia entre las dos cifras, declaró en entrevista Scott Sheffield, presidente y máximo responsable ejecutivo de Pioneer, de Irving, Texas.

“Los accionistas lo entienden”, dijo Sheffield. “En un 95 por ciento somos propiedad de instituciones. Ahora el público estadounidense está poniendo dinero en los fondos comunes de inversión, de modo que confía en que esas instituciones están haciendo los deberes”.

Dinero nuevo. Los inversores volcaron US$16.300 millones en los primeros siete meses del año en los fondos comunes de inversión y los fondos que cotizan en bolsa especializados en compañías energéticas, incluidas las de perforación que provocan fracturas en las rocas inyectando fluidos en las grietas para permitir que salga más petróleo y gas de la formación. Esa cifra es casi el doble de lo invertido en el mismo período del año pasado, lo que lleva el total de activos a US$128.200 millones, según Strategic Insight de Nueva York.

La producción estadounidense de petróleo creció hasta el nivel más alto en 28 años en 2014, reforzando los argumentos de venta de las compañías y contribuyendo a una caída del 17% en los precios del petróleo en los EE.UU. desde junio. Se prevé que la producción estadounidense aumentará un 12% el año que viene, llegando al nivel más alto desde 1970.