POR MANUEL JIMÉNEZ
El presidente Leonel Fernández dijo ayer que los altos precios del petróleo siguen gravitando negativamente sobre la economía dominicana y adelantó detalles de una estrategia gubernamental para reducir la dependencia del país de los combustibles fósiles, citando como parte de ésta la construcción del Metro de Santo Domingo.

Fernández adelantó, asimimo, que luego de varias décadas de esfuerzos y planes para encontrar una solución duradera a la crisis energética nacional, “hoy podemos albergar la esperanza de que haya luz al final del túnel”, citando las recientes acciones del gobierno para instalar, junto a inversionistas privados, dos plantas de generación a base de carbón.

En este orden aseguró que al margen de que las empresas ganadoras de una reciente licitación internacional abierta por la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) invertirán mas de US$1,200 millones en un período de 3 años, se contribuirá a abaratar sustancialmente el costo de la electricidad.

El mandatario, al hablar ante la reunión conjunta del Senado y la Cámara de Diputados en ocasión del 162 aniversario de la Independencia Nacional, destacó que en el 2005 el país tuvo que pagar mas de US$900 millones adicionales para el saldo de la factura petrolera.

En la actualidad, dijo, las compras de petróleo y sus derivados representan cerca del 34 por ciento de las importaciones nacionales de bienes, frente al 18 por ciento que representaban antes del llamado “shock petrolero”

“Debido a esa escalada alcista del precio del petróleo, el consumidor dominicano ha sido severamente afectado, tanto en el precio de los combustibles que se usan para el transporte, como en el de los que se emplean para la generación eléctrica”, reconoció.

Pero dijo que República Dominicana, al igual que otras naciones del mundo,  ha iniciado el diseño de una estrategia para ser  menos dependiente de los combustibles fósiles, y más orientada hacia la promoción de fuentes alternas y renovables de energía, así como a nuevos sistemas de transporte rápido masivo de pasajeros.

Explicó que esta estrategia, entre otras razones, es lo que explica el interés del gobierno para la construcción de la primera línea del Metro de Santo Domingo, obras que llamó como la de “mayor impacto en la modernización de la República Dominicana”.

“Es la mejor herramienta, precisamente,  para hacernos menos dependientes de los combustibles fósiles, para ahorrar divisas, para disminuir la emisión de dióxido de carbono y para garantizar un transporte digno y justo a los sectores más empobrecidos de la población”, dijo el gobernante en un discurso retransmitido por radio y televisión.

En su intervención, el Presidente Fernández reconoció la oposición que ha surgido en determinados sectores a esta obra, pero recordó que en distintas partes del mundo “hay siempre personas que en principio se oponen a todo lo que signifique avance y progreso”.

En este orden, recordó que Francia  “figuras ilustres, como los célebres escritores Guy de Maupassant y Alejandro Dumas hijo, firmaron la protesta de los artistas por la construcción en París de la Torre Eiffel, quienes en un manifiesto “protestaron con todas sus fuerzas e indignación en nombre del gusto francés mal apreciado”. Hoy, destacó Fernández, “la Torre Eiffel es el gran símbolo de París”.

                                                    LA ENERGIA

En el orden del sacrificio económico que implica la actual crisis energética para el gobierno dominicano, el Presidente Fernández destacó que en el 2005 solo en subsidios al sector eléctrico y al gas Licuado de Petróleo se destinaron RD$22,249 millones.

Pero destacó el alivio que ha representado para el país los acuerdos de Petrocaribe, con Venezuela, así como con el gobierno de Colombia que permite al país acceder a programas de financiamiento en la compra de petróleo y carbón a largo plazo.

“Para alcanzar un nivel financiero más sustentable del sector eléctrico, la estrategia fundamental descansa en la aplicación de una agresiva política de incremento de ingresos por parte de las empresas distribuidoras a través de una reducción de las pérdidas del sector e incremento en los niveles de cobranza. En optimizar los gastos operacionales. En procurar precios de compra de energía más razonables y en mejorar la calidad del servicio a los consumidores, dijo el gobernante.

Dijo que en  el sector de generación, “el criterio es de optimizar los costos de generación de energía. En continuar la ejecución de los proyectos hidroeléctricos en desarrollo. En  contratar y lanzar nuevos proyectos, incluyendo las centrales a carbón, plantas hidroeléctricas y renovables, y renegociar los contratos de compra de energía.

Anuncio que las autoridades tienen en carpeta 11 proyectos de generación hidroeléctricos, “y en lo que atañe a las plantas de carbón, como resultado de una licitación pública internacional, realizada por la CDEEE, se está procediendo a instalar en territorio dominicano 1 mil 200 megavatios en unidades generadoras a carbón mineral.

Explicó que se trata de dos centrales de 600 megavatios cada una, integradas por dos unidades generadoras de 300 megavatios. Una central será instalada en Pepillo Salcedo, provincia de Montecristi, y la otra en Hatillo, provincia de Azua, agregó.

 Dijo que con  la instalación de la central de Pepillo Salcedo se resolverá en gran medida el déficit de capacidad instalada de la región Norte del país,  mientras que la de Hatillo servirá para fortalecer el suministro de energía a la región Sur, incluyendo el Distrito Nacional.  En otras palabras, dijo Fernández,  esos consorcios traerán al país más de mil doscientos millones de dólares para invertirlos en un período de aproximadamente tres años generando más de dos mil empleos directos en la fase de construcción.

Fernández defendió esta operación al destacar “para un precio del carbón mineral de sesenta dólares la tonelada métrica, el precio de adquisición de la energía por parte de la CDEEE sería de aproximadamente cinco centavos de dólar por kilovatio-hora, incluyendo el costo de combustible y el pago al inversionista.

Cuando se compara el precio de adquisición de la energía con el precio que figura en los contratos del Acuerdo de Madrid, que al mes de diciembre del 2005 era de más de once centavos de dólar por kilovatio-hora, puede observarse una diferencia de seis centavos de dólar, explicó el mandatario.

Eso quiere decir, agregó Fernández,  que si las unidades generadoras a carbón estuviesen operando al día de hoy, se podría vender la electricidad a las empresas distribuidoras a casi la mitad del precio a que venden las generadoras del Acuerdo de Madrid.