Pronombres personales como complementos. Loísmo, leísmo y laísmo

Pronombres personales como complementos. Loísmo, leísmo y laísmo

Las gramáticas diferencian el empleo de los pronombres personales complementarios /lo/ y /le/ como /loísmo/ y /leísmo/, según el pronombre que empleemos para cerrar el sentido de la frase. Proviene de la ‘declinación’ de los pronombres personales como sujetos que manejamos en tal o cual caso. Vale decir, de un empleo consecuente con la gramática en la oración.
Así, pues, las formas pronominales como sujeto: yo, tú, él y sus plurales corresponden a los pronominales complementarios: lo, la, le y otros, con sus plurales.
Es decir que, además de poseer una forma de empleo para el sujeto, también tienen sus modos expresivos para la complementación: mí, ti, sí, y las especiales correspondientes: usted, él, ella, ello… Hay aplicaciones especiales: con/mi/go, con/ti/go, con/si/go. Y los reflexivos mí, ti, sí.
Estos pronombres son voces tónicas, unas, otras son /átonas/, lo que quiere decir que unos llevan acento prosódico, los tónicos, y los otros son átonos, o sea, sin ninguna acentuación, o que no se refuerza el tono de la voz en ninguna de sus vocales. Por tanto, existen formas complementarias acentuadas e inacentuadas.
Las acentuadas reclaman una preposición: /por/ mí, /sin/ ti, y sí, especial: /con/ si-go…
Estos enlaces han tenido muchos cambios a lo largo del desarrollo de nuestra lengua, desde el siglo XV, especialmente durante los siglos de oro. (XVI-XVII).
Los complementarios inacentuados se usan sin preposición:
a) Para la primera persona /me/;
b) Para la segunda persona /te/ y
c) Para la tercera /lo/, /la/, /le/, se.
De esta última serie provienen los encontronazos /laísmos/, /loísmos/, /leísmos/.
Laísmo: Empleo irregular del pronombre de tercera persona en sus formas femeninas /las/, como complementos indirectos, en lugar de /le/, /les/, cuadros comunes los dos géneros: dijeron Las que no. Mejor decir /le/ o /les/.
Este laísmo se produce en Castilla.
Leísmo: Empleo exclusivo del complementario le/s/, como complemento directo en lugar de /lo/ y /la/: Voy a ver/le/, en lugar de voy a ver/lo/ o a ver/la/. Este uso también es regional, (de Castilla), aunque ha penetrado en regiones y/o niveles del español literario.
Loísmo: Empleo del pronominal /lo/ como complemento indirecto masculino, que se considera extremadamente plebeyo: /Lo/ di una bofetada.
Ver Diccionario de términos filológicos, del ex director de la Real Academia de la Lengua (RAE), F. Lázaro Carreter Gredos 1973.

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