Pronostican este año será duro para productores e importadores de bienes duraderos

Pronostican este año será duro para productores e importadores de bienes duraderos

Los próximos 12 meses serán muy duros para los importadores de automóviles, electrodomésticos, los constructores de viviendas, las empresas productoras de insumos para el sector construcción como varillas, cementos, y pinturas, así como para las recaudaciones aduaneras de impuestos por concepto de aranceles,  del ITBIS y selectivos al consumo.  Al igual que en la crisis económica del  período 2003-2004, podríamos  presenciar la quiebra de numerosos “dealers”, empresarios de la construcción y dificultades financieras en las grandes empresas importadoras de vehículos y electrodomésticos. También, el debilitamiento de la situación patrimonial de los bancos comerciales y una caída en las recaudaciones aduaneras y de impuestos internos.

La razón es que la demanda por los bienes duraderos es mucho más sensible a variaciones en el ingreso de los consumidores y en las tasas de interés en el corto plazo que en el largo plazo. En el lenguaje de los economistas, la demanda es mucho más “elástica” en el corto plazo que en el largo plazo. Los consumidores posponen inmediatamente la compra de nuevos automóviles, viviendas y electrodomésticos si sus ingresos disminuyen o reducen su crecimiento y/o el costo de financiamiento o el precio de los vehículos aumenta significativamente. Sin embargo, a la larga esos bienes se desgastan o se deprecian y el consumidor se ve en la obligación de reponerlos, por lo que la demanda se recupera lentamente. Estudios realizados para los Estados Unidos y Europa muestran que una reducción de  1% en el crecimiento del PIB disminuye la demanda por estos bienes en alrededor de  3%. La evidencia anecdótica para el país es que el impacto de la reducción en el crecimiento económico y las tasas de interés puede ser aún mayor en el corto plazo.

La demanda por los productos de este tipo de empresas es cíclica. Sus ventas amplifican las variaciones cíclicas del PIB. Las ventas aumentan mucho más que el crecimiento del producto en los periodos de expansión y disminuyen en una proporción mucho mayor en períodos de bajo crecimiento.

Los medios de prensa recogen las quejas de los importadores de vehículos y constructores de vivienda por la caída de sus ventas en los últimos dos trimestres del año 2008. Esta reducción obedece  a la fuerte reducción en el crecimiento del PIB en el segundo semestre de 2008 y al aumento en las tasas de interés en el tercer trimestre del año. Para el 2009, la difícil situación por la que atraviesan estos sectores continuará, debido a que las autoridades proyectan un crecimiento de sólo 3% en el 2009. El otro factor que continuará incidiendo negativamente sobre estos sectores es la alta tasa de interés que exigen los bancos comerciales para los préstamos a la vivienda, como resultado de la política del Banco Central para evitar la depreciación del tipo de cambio.  Las expectativas de los consumidores de que las tasas de interés aumenten en el futuro y la inseguridad sobre el impacto en el empleo de la crisis económica mundial, afectarán negativamente la demanda por estos bienes.

El impacto negativo de estos factores no se limitará al sector privado. Las recaudaciones aduaneras dependen, en gran parte, de las importaciones de automóviles. Ante la caída de la demanda, los importadores de automóviles y electrodomésticos reducirán sus pedidos del exterior durante el 2009, por lo que las recaudaciones por concepto de arancel, ITBIS  y otros impuestos también disminuirán significativamente. Lo mismo ocurrirá con los impuestos a los beneficios de estas empresas. Muchas han experimentado pérdidas en los últimos meses.

Desafortunadamente, en el corto plazo, es decir, en el período 2008-2009 no habrá salida de esta situación. El gobierno enfrenta restricciones para reactivar la economía a través del gasto público, pues aumentaría el déficit de cuenta corriente y se produciría una depreciación del tipo de cambio y/o pérdidas de reservas internacionales.

Las autoridades también enfrentan restricciones para estimular el consumo  a través de la reducción de las tasas de interés, pues las reservas internacionales del Banco Central son bajas con relación al volumen de importaciones y se esfumarían en unos  meses.  La depreciación del peso como política para reactivar las exportaciones de zonas francas y el turismo  aumentaría el costo en peso de los artículos importados y de los bienes duraderos con alto contenido de insumos importados, por lo que una depreciación también impactaría en forma negativa  a estos sectores.

El gobierno podría darle un respiro a estos sectores a través de reducción de impuestos a las importaciones y del ITBIS, pero tendría que hacer fuertes ajustes en el gasto fiscal para evitar que se deterioren aún más las cuentas fiscales y la balanza de pagos.  Y el gobierno no ha sido muy efectivo en reducir la nómina pública y los subsidios generalizados a diferentes sectores de la economía como el sector eléctrico, las zonas francas, los productores agrícolas, choferes, etc.

Así que la mejor opción para estas empresas es reducir drásticamente las importaciones de vehículos y electrodomésticos para el año 2009, mientras que los constructores de viviendas deben limitar al máximo sus inversiones para evitar quedarse con esas construcciones en las manos por un largo período de tiempo. Las empresas productoras de insumos para la construcción deben limitar su importación de materias primas y la producción de esos insumos, so pena de acumular grandes inventarios de estos bienes con los costos que conlleva.

Preparémonos para un duro 2009.

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