Hace algunos años, me tocó coordinar una unidad técnica que tenía por objeto, evaluar los perfiles de los precandidatos para la conformación de una boleta electoral nacional de una coalición de partidos políticos que concurrirían juntos en varios niveles de elección.
Aquello, suponía un reto dada la variedad de perfiles y demarcaciones de que se trataba. Era necesario hacer una reflexión al respecto y crear métodos e instrumentos que nos permitierán justificar cada decisión y/o recomendación a los partidos.
Romper con la creencia de que todos pueden ser candidatos a cualquier puesto, en cualquier demarcación y en cualquier coyuntura, la cual es una creencia muy arraigada en la cultura política vernácula de nuestro caribeño sistema electoral. Se cree que, con tener cédula y dinero basta.
Partiendo de la complejidad que suponen las contiendas electorales en el marco de la democracia y en la era de la información, para ser candidato u candidata a una posición de elección popular, somos de opinión que esto debe responder a unas determinadas condiciones subjetivas y objetivas que operan en el ámbito estructural del sistema político, otras en el ámbito del imaginario colectivo del electorado.
En el proceso de armar una boleta electoral competitiva, identificar y valorar condiciones de potabilidad depende del análisis minucioso de una serie de variables que aplican a la factibilidad de las propuestas, las mismas pueden determinar el éxito o fracaso de una candidatura en condiciones más o menos normales.
El análisis de factibilidad de las condiciones necesarias para ser candidato u candidata tiene en nuestro esquema varias dimensiones, entre ellas cualitativa, cuantitativa y estructurales.
Para los fines de este este artículo las dimensiones se definen y aplican de la siguiente manera:
Cualitativa: Cualidades personales que definen al candidato y/o candidata.
Cuantitativas: Condiciones externas a la persona.
Estructurales: Estas tienen que ver con la base o estructuras partidarias, los procesos internos y estatuarios que regulan las postulaciones en los partidos políticos y los requisitos del marco jurídico que rige la materia.
Luego de esas dimensiones, nos queda evaluar otra dimensión que es externa al proceso de selección pero que en definitiva marca el rumbo del proceso mismo, hablamos de el contexto, donde existen condiciones más o menos generales que aplican al universo de candidaturas y demarcaciones, otras dependen del contexto social, la geolocalización, el contexto económico y el nivel de elección de que se trata, si la candidatura es uninominal o plurinominal, también es un factor necesario de estudiar desde el contexto.
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Luego de establecidas las dimensiones, es oportuno mencionar que, las variables que se desprenden de estas y que debemos estudiar para definir el perfil básico de un candidato/candidata, dependerán del puesto de elección al que se aspira y la provincia, municipio o distrito municipal en que se desarrollará la elección, incluso en los niveles plurinominales las condiciones pueden cambiar entre una circusncripción y otra, no es lo mismo competir en la circusncripcion 3 del Distrito Nacional que en la circunscripción 1 del mismo, la diferencia de clases sociales en el electorado es totalmente heterogéneo, por lo cual es fundamental partir desde el estudio de la segmentación del electorado como eje transversal del análisis.
Veamos un poco como funcionan puestas en acción las dimensiones antes mensionadas, cualitativa: esta tiene que ver con las capacidades propias de la persona que se postula, sus actitudes y aptitudes, características de su personalidad, el segmento poblacional del que forma parte y su historia de vida. Cabe destacar que, las condiciones cualitativas son propias e individuales de cada persona.
Cuantitativas: Son el fruto de las condiciones cualitativas de la persona. Estas son externas a este, pero estrechamente ligadas, en sentido básico tienen que ver con la forma en que ven y asumen al postulado en su espacio natural y su entorno político.
Estructurales: Esta dimensión tienen dos rangos de acción; un primer espacio que tiene que ver con las condiciones que establece el marco jurídico vigente, dígase Constitución de la República, Ley de Partidos Políticos, Ley de Régimen Electoral, resoluciones del pleno de la Junta Central Electoral y los estatutos de los partidos políticos del sistema.
Un segundo rango de acción, que tiene que ver con las estructuras partidarias, gremiales, sindicales o equipos externos de estos, la capacidad del candidato de articular trabajos en equipos, si cuenta o no dentro de su equipo con recursos humanos calificados, equipos técnicos básicos para el trabajo político, si tiene un físico adecuado y demás condiciones materiales indispensables para realizar la campaña.
Cuando logramos identificar las dimensiones desde donde debemos estudiar la potabilidad de un o una candidata, debemos enumerar una serie de variables que son propias de cada dimensión y adjudicarles una puntuación especifica según sea el caso.
A modo de ejemplo, en la dimensión cualitativa, valoramos como variables a estudiar: Aptitudes, capacidades y competencias, experiencia, prestigio, entre otras.
En la cuantitativa nos encontramos con variables como: reconocimiento público, arraigo en la comunidad, liderazgo local, provincial o nacional y otras variables que dependiendo si el postulante cuenta con ellas o no, podemos determinar la potabilidad de una candidatura.
Luego de identificar las dimensiones y las variables mediante las cuales vamos a calificar una postulación, el o la candidata debe ser sometido a una evaluación, por medio de un sistema de puntaje basado en un formulario/cuestionario sobre la base de preguntas relacionadas a las dimensiones y variables antes vistas, luego, las respuestan se cotejan en una tabla donde cada cualidad o variable tiene un puntaje preestablecido cuya suma total da como resultado una puntuación final que nos acerca a la definición de potabilidad de una postulación.
Esta metodología nos permite extraer y evaluar las actitudes, competencias y aptitudes de los postulantes, sobre el estudio de variables que guardan relación con la realidad política.
El objetivo de poner a dispocision de los partidos políticos estas ideas, es invitarles a sistematizar el proceso de selección de precandidaturas con un nivel minimo de idoniedad para competir por un puesto de elección popular, esto sin incurrir en violación del sagrado derecho de elegir y ser elegibles, pero que coloque a los partidos en condiciones de presentar a la sociedad sus mejores hombres y mujeres para representarles.