LA HABANA (AFP).- El disidente Oswaldo Payá Sardiñas presentó este jueves a la prensa la lista de 110 cubanos, radicados en la isla o en el extranjero, que forman un Comité que debe propiciar el Diálogo Nacional «sin exclusiones» entre todos los ciudadanos, con independencia de su ideología.
«Es el proceso que incluirá la participación de mayor diversidad de cubanos», pues cada uno lo hace «a título ciudadano», dijo Payá en conferencia de prensa en su residencia de La Habana.
Payá, premio Sajarov-2002 del Parlamento Europeo por su defensa de los Derechos Humanos, elaboró una plataforma provisional para un cambio, que fue divulgada el 25 de mayo de 2004, sobre la cual deben pronunciarse los participantes del diálogo.
El documento final «sería presentado a toda la sociedad cubana, para que los cubanos vean que el cambio es posible», y será divulgado «mano a mano, llevándolo a las familias a través de personas que quieren ayudar».
Payá, líder del ilegal Movimiento Cristiano Liberación, precisó que «no se hizo un proceso como éste antes de la caída del comunismo en Europa y quizás por eso las posiciones se desplazaron como un péndulo».
En el Comité de 110 personas están incluidos conocidos anticastristas como el escritor y periodista Carlos Alberto Montaner, a quien el Gobierno acusa del ser agente de la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA).
También están Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento Democracia con sede en Miami, y José Basulto, quien preside la organización «Hermanos al Rescate».
No obstante, dijo que «este Comité es un equipo de trabajo, no una alianza opositora» y señaló que también funcionarios del Gobierno han decidido participar, aunque de forma discreta.
«Nosotros, perseguidos, tenemos mucha más libertad que las personas que están en el Gobierno», indicó.
Los acuerdos del Comité serán ejecutados por un Consejo de 20 personas, 12 de ellas radicadas en la isla y ocho exiliados.
«No es un diálogo entre el exilio y cubanos de adentro», aclaró Payá, aunque admitió que «es la primera vez que tabajamos juntos cubanos de Cuba y del exilio» por trazar una plataforma para el cambio político en la isla.
Advirtió que «hay una campaña de algunos sectores muy duros del exilio que están atentando contra este proceso».
El proyecto «molesta a los que aspiran a tener una posición preponderante en los cambios» que se deben suceder en Cuba en una era post Fidel Castro.
Payá sostiene que para un cambio en Cuba hay que convocar a todos los ciudadanos, independientemente de su posición política e ideológica, incluido funcionarios del gobierno, pues «el Gobierno es una parte importante de la sociedad».
«Estamos diciendo al Gobierno que para ustedes también es el diálogo, estamos abiertos al diálogo», sostuvo el disidente.