Propiedad privada erradica pobreza

<p>Propiedad privada erradica pobreza</p>

Oslo (EFE).- El «banquero de los pobres» bengalí, Muhammad Yunus, ganador del Premio Nobel de la Paz 2006 junto al Banco Grameen, manifestó ayer en Oslo que la propiedad privada es un medio esencial para erradicar la pobreza en el mundo.

El profesor de economía declaró en una rueda de prensa en Oslo que la idea que sustenta su sistema de micro-créditos y el Banco Grameen es que la propiedad accionarial se atribuye a los pobres.

«Los pobres son los dueños del banco» dijo Yunus, y agregó que «la propiedad es esencial» para erradicar la pobreza, y que es «importante ser propietario de un negocio, una institución».

Ese punto de vista le ha ocasionado la enemistad de los grupos de izquierdas de su país que lo ven como un ferviente defensor del modelo capitalista.

«La izquierda radical nos dijo que estamos plantando las semillas del capitalismo y nos odiaban porque decían que destruíamos toda posibilidad de revolución social», afirmó el Nobel de la Paz.

Sus ideas también fueron muy criticadas al principio por los islamistas, quienes no comprendieron la necesidad de convertir a la mujer musulmana en trabajadora y contribuyente a la riqueza familiar.

«Al principio sufrimos una gran oposición religiosa que nos acusaba de destruir el Islám» porque decían «que las mujeres debían seguir siendo amas de casa», explicó.

El profesor, de 66 años y musulmán, les respondió que la mujer empresaria debía ser un orgullo colectivo.

«Las mujeres quieren construir el futuro más rápido que los hombres, hacen mucho del poco dinero que tienen y contribuyen más a la riqueza familiar», dijo.

Yunus, doctorado por la Universidad de Vanderbilt (Tennessee, EEUU), dijo que el obstáculo religioso se está superando hoy día, como lo confirma la expansión del banco Grameen en países como Egipto, Arabia Saudí, Indonesia o Pakistán.

El Banco Grameen, con 7 millones de prestatarios, un 97 por ciento mujeres, beneficia a un 80 por ciento de las familias pobres del país asiático y a 100 millones en todo el mundo, aseguró Yunus, quien expresó su objetivo de que para el 2010, consiga cubrir al 100 por cien de la población necesitada de Bangladesh.

Yunus manifestó, por otro lado, que «la pobreza es una amenaza para la paz» y que el sistema de micro-créditos que ideó en los años 70 es un vehículo para reducirla, aunque no el único.

Deseó, asimismo, que la pobreza sea en un futuro una reliquia del pasado y que conforme los países se desarrollen económicamente sus ejemplos sirvan para exponer un «museo global de la pobreza».  Para conseguirlo, el galardonado apeló a los Bancos generales a incluir a «todos: pobres y mendigos» en sus préstamos.

«Los Bancos deben abrir las puertas a los pobres, que son tan buenos clientes como cualquiera, aunque siguen dejándolas cerradas», manifestó.

El premiado aseguró que se pueden mezclar la obra social y los beneficios, a través de lo que denominó «negocio social», una empresa «sin dividendos ni pérdidas que haga el bien para las personas».

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