Las flores de manzanillas son utilizadas como calmante, sobre todo cuando las tensiones nerviosas afectan el aparato digestivo.
Esta planta favorece la formación de bilis y su expulsión al aparato digestivo, y también ayuda en la formación de otros jugos intestinales.
Tomarla en infusión e inhalarla reduce las reacciones de tipo alérgico. Si la piel está hinchada se puede poner compresas mojadas del té de manzanilla en la parte afectada, y ayudará a reducir la inflamación.
Es útil en los problemas ginecológicos, calma los dolores por menstruación y calma las tensiones de la menopausia. Asimismo, el té de manzanilla baja la fiebre, y en caso de dolores de cabeza causados por tensión e insomnio, se puede colocar un paño mojado de esta bebida en la parte afectada y lo ayudará a controlar. También la manzanilla tiene efectos sedantes y propiedades antioxidantes.
[b]Historia[/b]
La manzanilla fue conocida y usada por culturas antiguas, como la egipcia, la griega y la romana, con la cual hacían bebida, infusiones y hasta perfumes.
Esta fue introducida en los países latinos por los conquistadores españoles, y los antiguos mexicanos reconocieron pronto su nobleza y la adoptaron a su cultura.
En aquella época la usaban para tratar diversos trastornos digestivos, desde el empacho hasta problemas con la bilis.