La mayoría de la gente conoce que la fresa es un potente antioxidante, pero desconocen que más allá de esa saludable cualidad posee otras propiedades maravillosas para la salud.

Las fresas pertenecen a la familia de las rosáceas; las que ahora se cultivan, proceden de las fresas silvestres cruzadas con diferentes variedades americanas.

Además de alegrarnos la vista y dar satisfacción a nuestro paladar también nos ayuda a mimar y cuidar nuestro organismo:

· Es muy rica en vitamina C, contienen ácido ascórbico, lecitina, pectina, ácido elágico, linoleico y alfalinoleico. Con todas estas sustancias hace que tengan muchas propiedades beneficiosas para la salud y la belleza.

· Tiene propiedades diuréticas, antirreumáticas, antiinflamatorias, antianémicas reconstituyente, anticancerosas.

Tienen boro, por lo cual es muy bueno consumirlas durante la menopausia.

· Algunos de sus nutrientes inhiben las sustancias cancerígenas que pueden atacar a las células sanas.

· También ayudan en tratamientos de ácido úrico, gota, artritis, hipertensión, reducen el colesterol, ayudan a mejorar la astenia primaveral y otras muchas ventajas más.

Además de deliciosas y de su alto contenido en vitaminas C y A, son muy ricas en fibra y tienen muy pocas calorías: 35 calorías cada 100 gr., por lo cual al ser saciantes son muy válidas en regímenes de adelgazamiento.