Propone dolarización vía la libre elección

Propone dolarización vía la libre elección

El economista Frederick Emam Zadé favorece la dolarización de la economía vía la libre elección de la moneda. Emam Zadé hizo una propuesta al presidente Joaquín Balaguer sobre el particular el 28 de enero de 1988, cuando era vice-canciller económico, atendiendo a una consulta que se le hizo sobre «políticas monetarias y cambiarias que contribuirían a aumentar la captación de dólares y fortalecer el peso dominicano».

La «libre elección de moneda» fue propuesta por el Economista Premio Nobel Friederich A. Von Hayek y otros hace muchos años y el modelo existe en Suiza desde hace varias décadas.

Además, existió en los países europeos durante al menos una década antes del Euro, con los eurodólares, hasta que se impuso la moneda única.

También existió en los Estados Unidos, cuando durante los 1700 y los 1800 corrieron varias monedas simultáneamente.

Incluso, Eman Zade plantea que ese sistema existe en el país, aunque que informalmente, no formalmente como propone.

A continuación el texto de la propuesta hecha a Balaguer por Emam Zadé:

1. Desde hace poco más de diez años, he venido observando y estudiando los diversos aspectos del sistema económico dominicano. Aunque se trata de un período relativamente corto para entender las complejidades del mismo, a lo largo de este tiempo he podido formarme una idea aproximada de algunos de los problemas económicos que nos aquejan. Específicamente, he dedicado muchas horas de estudio al análisis del sistema monetario dominicano. En este sentido y durante este último año, sobretodo durante estos últimos meses, he venido observando con mucha atención y preocupación la baja considerable que ha sufrido nuestra moneda con respecto al dólar norteamericano. Al respecto, Sr. Presidente, permítame expresarle algunas ideas.

2. Primeramente, quisiera referirme a la evolución de nuestras libertades individuales durante las últimas tres (3) décadas. Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que, en cuanto a estas libertades se refiere, hemos avanzado significativamente. No obstante, esta evolución libertaria se ha limitado, principalmente, al campo de la política. Nuestra economía no ha evolucionado en consistencia con la política. Si bien hoy disfrutamos de muchas libertades políticas, no podemos afirmar lo mismo en cuanto a nuestras libertades económicas. Como ejemplo, puede destacarse el hecho de que no podemos negociar los precios de los principales rubros que consumimos. Irónicamente, podemos elegir Gobiernos pero no podemos negociar precios. Podemos quitar y poner Presidentes pero no podemos comprar y vender dólares libremente. Puede que yo esté totalmente equivocado, pero creo firmemente que así como las libertades políticas nos han ayudado a progresar políticamente, así también ocurrirá en lo económico cuando el pueblo obtenga sus libertades económicas. Estoy convencido de que en la misma medida en que nuestros gobiernos liberen las fuerzas productivas de nuestras gentes, así mismo progresara nuestro pueblo.

3. En cuanto al mercado de divisas en particular, creo en el modelo de mercado libre que tenemos; aunque también creo que podría perfeccionarse aun mas. No debo seguir adelante sin reiterarle que para que el resultado neto de las siguientes medidas sea el mas favorable posible para todos, lo mas importante es mantener un mercado libre de divisas. Una prima determinada por un intercambio libre y voluntario maximiza la eficiencia económica y el bienestar social de la población. Una prima distorsionada genera ineficiencias y por ende perdidas económicas para la sociedad. Lo importante es inducir las condiciones adecuadas para bajar el dólar, respetando la libre determinación de su precio en el mercado. Solo así puede lograrse la consistencia entre la deseabilidad política de fortalecer nuestra moneda y su conveniencia económica para la población.

4. En cuanto a nuestra moneda creo que es viable fortalecerla, siempre y cuando podamos estimular a los mercados a actuar en consecuencia. En este sentido, y dado que de hecho tenemos dos monedas circulando en nuestro sistema económico, tendríamos que establecer dos políticas monetarias; una para los pesos y otra para los dólares. Se podría establecer una política monetaria de crecimiento restringido para el peso y una de crecimiento expansivo para los dólares. Como resultado de esta mezcla de políticas, podríamos esperar una relativa abundancia de dólares y consecuentemente un fortalecimiento del peso, sin implicaciones recesivas para nuestra economía.

5. Consistente con el objetivo de fortalecer el valor de nuestro peso podríamos expandir el medio circulante total (pesos + dólares) a una tasa de crecimiento lenta y predeterminada; estableciendo trimestralmente un rango de posibilidades de crecimiento y publicando semanalmente los datos relevantes sobre la ejecución de esta política monetaria. Como objetivo fundamental de esta política monetaria, sería recomendable que el Banco Central se limitara a expandir el medio circulante a una tasa de entre 10% a un 15% anual. Con la finalidad de mantener informada a la población respecto a este objetivo, sería conveniente que el Banco Central anuncie de antemano, trimestralmente, sus metas monetarias. Conjuntamente, y para mantener informado al publico sobre el desempeño de esta política, se podría publicar semanalmente el monto del medio circulante de la semana anterior. De este modo, la ciudadanía percibiría claramente las metas y los logros de la política monetaria aplicada; y consecuentemente, se recuperaría la credibilidad perdida en nuestras autoridades monetarias y en nuestra moneda. Esta política le proporcionaría a la población un marco monetario lo menos distorsionante posible y una asignación de recursos lo mas eficiente posible.

6. Para complementar esta política monetaria podríamos tomar medidas que contribuirían a fortalecer el valor del peso propiciando la creación de dólares y aumentando su captación por parte de la banca privada y por ende del Banco Central. En este sentido, y para inducir la baja del dólar, se podría aumentar la cantidad de dólares en circulación permitiéndole a todos los depositantes la Libre Elección de Moneda; la libertad de elegir la moneda de su preferencia para sus diferentes necesidades monetarias. Esto así, porque si se permitiera depositar, girar y tomar prestado en dólares, y a los depósitos en dólares se le aplicara un encaje legal, se estaría permitiendo la «creación» de dólares. Y con ello, su abundancia relativa y consecuente abaratamiento frente al peso dominicano. Esta medida traería consigo una ventaja adicional: una vez incorporado el dólar a nuestro sistema bancario, el Banco Central automáticamente quedaría facultado para expandir o contraer la cantidad de dólares en circulación, tal y como puede hacer ahora con los pesos. Esto no ocurre ahora porque, aunque el dólar circula en gran parte de nuestra economía, los bancos no pueden aceptarlo en las mismas condiciones que aceptan el peso. Existe una discriminación legal en contra del dólar, que de paso tiende a hacerlo mas escaso.

7. Manteniendo el encaje legal del 30% que actualmente se le aplica a los depósitos en dólares de extranjeros, el Banco Central esta induciendo a cada dólar depositado en nuestros bancos a triplicarse; «creando» así US$2.33 dólares adicionales a medida que éste circula, se presta y se capta sucesivamente. Si el encaje legal a los depósitos en dólares se redujera, digamos a un 10%, y se le permitiera a todos los depositantes el negociar con dólares libremente, cada dólar depositado en nuestros bancos generaría US$9.00 dólares mas, o sea que cada dólar se multiplicaría por 10, a medida que circule, se preste y se capte sucesivamente. De esta manera, el dólar circularía mas rápido y crecería a un ritmo mayor que el peso. Curiosamente, esta medida permitiría contraer la circulación de pesos y expandir la circulación de dólares, simultáneamente. Con esta política monetaria dual podría fortalecerse el peso sin contraer la producción, ya que la expansión monetaria en dólares estimularía la importación de materias primas para aumentar la producción nacional y de paso permitiría exportar parte de esta producción a precios mas competitivos (por los menores precios del dólar y de los insumos importados con esos dólares).

8. Al permitirle a nuestra banca el recibir depósitos a plazos y de ahorro, en dólares y a intereses libres, el Banco Central le estaría abriendo las puertas de nuestra economía a los mercados internacionales de capitales; un mercado de cerca de cuatro trillones de dólares (US$4,000,000,000.00). Conjuntamente con estas medidas, se podría motivar al sector privado a contribuir con una campaña agresiva de captación de dólares, a nivel internacional. Esta reforma podría ser complementada con otras medidas para estimular la repatriación de capitales. Se podría promover el uso de cuentas numeradas, y hasta protegerlas con una política de secreto bancario; pero exigiéndole a los bancos que reporten cualquier deposito mayor de RD$10,000.00 diarios y permitiendo la violación del secreto bancario siempre y cuando exista una orden judicial que así lo requiera. Además, se podría otorgar un período limitado de amnistía fiscal para aquellos que deseen incorporar sus capitales y sus dólares al sistema bancario, sin tener que justificar su origen. Asimismo, se podría exonerar del pago de impuestos a las rentas provenientes de los intereses generados por depósitos a mediano y largo plazo, ya sean estos en pesos o en dólares. Dentro de este contexto, y para revertir la fuga de capitales, podría pensarse en la posibilidad de liberalizar las reglas concernientes a las inversiones, tanto criollas como extranjeras, y tanto en capital social como en activos financieros. Podría hablarse de la creación de una Bolsa de Valores. Y se podría invitar a nuestros banqueros a innovar en el mercado con nuevos productos financieros, como los Fondos Mutuos o algún nuevo concepto que pudiera ser llamado «Fondos de Repatriación».

9. Estoy firmemente convencido de que este tipo de medidas podría incorporar mas dólares a nuestro sistema bancario y financiero, y al hacerlo, contribuirán a fortalecer nuestra moneda. Esto, en un momento cuando precisamente necesitamos que esto suceda, para estimular el flujo de capitales hacia nuestro país, para poder financiar a su vez las inversiones publicas y privadas que generaran la producción, los empleos y los ingresos necesarios, para mejorar el nivel de vida de nuestra gente.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas