POR LLENNIS JIMÉNEZ
El arquitecto Rafael Tomas Hernández advirtió ayer al gobierno que un metro subterráneo no es prioritario para resolver los problemas del transporte de pasajeros en Santo Domingo y planteó como más urgente hacer nuevos puentes, reparar los existentes y mejorar las avenidas y los servicios de autobuses.

Hernández, quien ha laborado en los últimos 50 años en la planificación del crecimiento de Santo Domingo, dijo además que considera que está subestimado el presupuesto de US$326.6 millones que anunció como costo de la obra el ingeniero Diandino Peña, director de la Oficina del Metro de Santo Domingo.

Además, advirtió, que este tipo de obras tiene muchos imponderables.

Planteó que no se opone a una solución de esa naturaleza y se definió como «un constructivista» porque estimula las construcciones y cree en que son un factor de crecimiento económico y desarrollo, además de que una obra así resultaría estimulante «porque nos hace más ciudad».

PREOCUPACIÓN

Hernández, sin embargo, expresó que un factor de preocupación es la continuidad en el mantenimiento porque si falla «toda la inversión queda enterrada.»

Puso como ejemplo de esta falta de continuidad en las funciones públicas el Faro a Colón que «ahora se mantiene apagado» porque no se le suministra la electricidad.

Expresó que en el tiempo que se hace un proyecto como este la población maldice los trabajos, aunque luego de realizada, todo el mundo la disfruta y la alaba.

Pero advirtió que es una incógnita si la gente tolerará el tiempo que implica realizar una obra de esa naturaleza con todo lo que eso conlleva.

Estimó que, tomando en cuenta estos factores, la construcción de un metro en Santo Domingo le acarrearía un elevado costo político al gobierno.

Las autoridades deben tomar en cuenta, dijo, que es como si sometiera a la ciudad a «una delicada operación de columna vertebral» que puede resultar bien o puede paralizar al paciente. Si el metro se puede poner en uso le va a hacer muchísimo bien al gobierno, dijo Hernández, pero si no va bien «eso va a ser muy grave».

El gobierno, advirtió el arquitecto Hernández, debe cuidarse de planear bien el apoyo que le va a dar a la obra y para que haya un fluido permanente de recursos durante el proceso para que se pueda concluir en el tiempo previsto y evitar un trauma mayor a la población.

ALTERNATIVAS

Afirmó que todavía las autoridades tienen muchas alternativas que explorar que pudieran aplicarse antes de iniciar una obra de esta naturaleza que estimó que requiere un flujo muy grande y continuo de recursos para que no se convierta en un serio trauma para la capital y los capitaleños.

Advirtió que esos sistemas alternos tienen que explorarse y perfeccionarse aunque se construya el metro, ya que el subterráneo abarcará un área muy limitada para ofrecer su servicio.

PRIORIDADES

Hernández dijo que las prioridades del gobierno deben ser la reparación de los puentes, como es el caso del Duarte, «que se está cayendo».

Además, dijo, se necesitan tres nuevos puentes que comuniquen las zonas este y norte de la ciudad con el Distrito Nacional, así como mejorar las vías.

«Favorezco las cosas que puedan ser atributos que nos hagan más ciudad. Y, esa es una inversión que nos hace más ciudad. Si el metro se puede hacer que se haga,» dijo.

Hernández dijo que hacía sus planteamientos con conocimiento de causa porque toda su vida ha trabajado en el rescate de las zonas marginales, renovación urbana y el desarrollo de las áreas verdes, en todas las ciudades del país.

CURRICULUM

Hernández participó o tuvo a su cargo en diferentes oportunidades el plan de expansión de Santo Domingo. Junto al fallecido arquitecto José Miguel Mondesí, participó en el trazado y diseño de avenidas como la 27 de Febrero, Núñez de Cáceres, la México, Quinto Centenario, San Vicente de Paúl, Charles de Gaulle, Jacobo Majluta y Los Próceres, además de barriadas como Matahambre, Honduras, Los Jardines del Norte y Nueva Isabela, entre otras muchas en Santo Domingo, además de obras similares en Santiago, Barahona, La Romana, Higüey y muchas otras comunidades. Ha sido director de Planeamiento Urbano del Ayuntamiento del Distrito Nacional y fue uno de los más estrechos colaboradores del doctor Joaquín Balaguer en muchas de las principales obras realizadas en los 22 años que gobernó.

También en la concepción y desarrollo de la Plaza de la Cultura y los grandes parques de la ciudad como el Centro Olímpico y el Mirador del Norte.

HABLA BIEN

El arquitecto Hernández dijo que la exposición de Peña, director de la oficina del Metro, fue «brillante» porque luce que «han cubierto muchas inquietudes con estudios técnicos».

En este momento, dijo, que no está en condiciones de poder enjuiciar el estudio, aunque entiende que lo elaboraron personas de mucha preparación.

La ciudad crece vertiginosamente, advirtió, y hay que tener las soluciones alternativas para que las cosas se vayan desenvolviendo.

Planteó que uno de los puntos destacados en la exposición de Peña es que la avenida Máximo Gómez, el único eje norte-sur, es el más cargado y está muy densamente utilizado, por ser la ruta donde más se mueven vehículos y personas.

Precisó que en la delicada intervención que se haga en lo que definió como «esos nudos» se amerita mucha comprensión del tema, sobre todo, mucha buena voluntad para que se termine.

Si la obra procede «eso solo lo sabe Dios,» dijo el arquitecto Hernández.