Para que el sistema educativo tenga mejores maestros, en poco tiempo las autoridades necesitan poner en marcha un programa de reclutamiento de profesionales de distintas áreas del conocimiento, para insertarlos paulatinamente al servicio docente.

La reflexión es del viceministro encargado de Supervisión y Evaluación y Control del ministerio de Educación, Adalberto Martínez, quien planteó un método para insertar profesionales de alto nivel a las escuelas. Propuso que se inicie un programa de habilitación docente, a cargo de profesores experimentados, que inviertan un 40% del tiempo de inmersión en la teoría y el otro 60% en las tareas de  práctica.

“Hay que recordar que se práctica viendo a los mejores profesionales, a quienes deben apoyar como auxiliares y asociados a estos”, puntualizó el viceministro.

Dijo que si cada distrito educativo incorpora a diez profesionales egresados de la habilitación, sólo en un año se incorporarían a las escuelas del país 1,040 nuevos profesores de alto nivel académico.

A juicio de Martínez, la entrada de 1,040 nuevos maestros competentes, debidamente motivados e inmersos en un programa de habilitación docente, sacudiría al sistema educativo y pondría al descubierto posibilidades creativas que incorporará como alternativas para impactar la calidad de la educación.

Recuperar el prestigio.  Al ser entrevistado por este diario sobre sus propuestas para que mejore la calidad de los maestros con que cuenta el país, Martínez insistió en que el ejercicio docente debe recuperar el prestigio social que ha perdido, debido a las precarias condiciones económicas en que viven los profesionales del área.

En ese sentido, el funcionario aseguró que se requiere crear un amplio plan de incentivos sociales, profesionales y económicos complementarios, “que añadan valor y competitividad a la profesión docente, lo cual haría atractiva la profesión”, expresó.

Precisó que un programa de incentivos complementarios debe incluir un contrato de no menos de cinco años con salario competitivo, seguridad social, beca de postgrado, viajes, pasantías, evaluación de desempeño, certificación y otros.

“Sólo haciendo atractiva la carrera docente podrían sentirse atraídos a la misma los mejores bachilleres, como ocurre en los países que cuentan con los maestros de mejor desempeño”, dijo.

La formación.    Al referirse a la formación de los maestros, Martínez dijo que una reforma necesaria a los planes de estudio de la carrera de Pedagogía inicia con la revisión del currículo a profundidad, con el propósito de que se centre en el contenido de la ciencia, en no menos de un 66%, y deje sólo 34% para el contenido de la naturaleza pedagógica, que sería una tercera parte.

Otra estrategia que plantea Martínez es cambiar la centralidad en la teoría, que caracteriza a los programas  de magisterio vigentes.

A su entender, se necesita que la parte práctica en cualquier programa de formación posea no menos de entre 50 y 60% del tiempo, como ocurre en las carreras del área de la salud, la milicia, entre otras.

De igual modo, consideró que se requiere cualificar el ingreso a la carrera  “porque un mal bachiller difícilmente será un buen maestro, está claro que no se puede enseñar lo que no se sabe”, sostuvo, al proponer que los estudiantes de la carrera se seleccionen entre el 30% de los mejores bachilleres.

“Las lagunas”.   Distintos estudios nacionales e internacionales han señalado las deficiencias de los docentes Las llamadas “lagunas” del profesorado son una realidad que Martínez enfrentaría asignando a los docentes de bajo desempeño un par aventajado, que sea como su padrino.

Las claves

1.  Menos  “lagunas”

Las llamadas “lagunas” del profesorado son una realidad que el viceministro Adalberto Martínez enfrentaría  asignando a los maestros de bajo desempeño un par aventajado, que sea  su padrino.

2.  Más tecnología

Consideró que los métodos de formación docente vigentes son mejorables, mediante un uso más intensivo  de recursos tecnológicos como los teléfonos Blackberry, blogs, correos electrónicos, etc.