POR TEOFILO ABREU
El doctor Dennis Simó planteó la necesidad de reorientar la educación dominicana, “procurando más el bien moral como centro del valor”, para lo cual, según afirmó, se requiere una toma de conciencia de la vida colectiva en sociedad y prestar atención a la educación básica.

  El rector de la Universidad Apec -UNAPEC- hizo el planteamiento al ser juramentado por el presidente de la Academia Dominicana de la Lengua, doctor Bruno Rosario Candelier, como académico de número de esa institución y miembro correspondiente de la Academia de la Lengua Española.

  Simó, quien orientó su discurso de 21 páginas hacia la problemática educativa, dijo que se requiere colocar la escuela en la vida y apoyar toda posibilidad para frenar la desmotivación del alumnado, la angustia del profesorado y rescatar el valor social de la educación, “colocándola como eje vertebrador de lo que ocurre a su alrededor”.

  “En el ombligo de ese rescate se encuentra la lengua, asignatura que debe contribuir de manera significativa a que los alumnos obtengan las denominadas competencias básicas que les permitan su realización personal, ejercer una ciudadanía activa, incorporada a la vida adulta de manera satisfactoria y capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida”, explicó.

  Advirtió que si los estudiantes no logran manejar con destreza su idioma se empobrecen y a veces postergan indefinidamente sus posibilidades de un correcto y formal aprendizaje”, apuntó.   “Advertido por estas premisas y asignados por una intención, corroboramos los textos de innumerables estudios que señalan, y aún señalan, las profundas deficiencias en el aprendizaje de la lengua materna en nuestro país”, apuntó.

  El rector universitario y nuevo miembro de la Academia Dominicana de la Lengua citó varios estudios, tanto de instituciones nacionales como de organismos internacionales, en los que señalan las grandes deficiencias de la educación en el  país.

  Una de esas investigaciones realizada por el Instituto Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación -(ILECE), de la UNESCO, señala que “la República Dominicana  ocupa, dentro de los países hispanoamericanos, uno de los últimos lugares en la enseñanza y el dominio de la Lengua Española”.

  Simó dijo que luego de analizar los diferentes estudios que se han realizado y otros que aún no han concluido, las autoridades del INTEC se plantearon cómo mejorar la calidad de la enseñanza y del aprendizaje de la lengua española, cuyos resultados favorables ya se han dejado sentir.

COMPROMISO

  El doctor Simó dijo que su incorporación a la Academia Dominicana de la Lengua lo coloca en un profundo reto, “pues ni soy filósofo, ni lingüística, ni escritor, ni literato, y ahora me encuentro aquí, en lugar de otros escritores cuyo trabajo he admirado y respetado.

  Expresó que lo han colocado en varios grados de incomodidad, pues además de los miembros actuales de la academia, le han asignado un sillón que ha sido ocupado por figuras como Rubén Suro García Godoy, Franklin Mieses Burgos y Ramón Emilio Jiménez.

JURAMENTO

  El rector de UNAPEC fue juramentado por el doctor Bruno Rosario Candelier, quien manifestó que cuando se fundó la Real Academia de la Lengua en 1713, entre los 15 miembros fundadores sólo había dos lingüistas y los demás eran personalidades de diferentes áreas.

  Añadió que cuando se fundó la Academia Dominicana de la Lengua en 1927, entre los fundadores había un solo lingüista, “de manera que no debe ser motivo de preocupación, de angustia, de inquietud, por parte de alguien que entre a esta institución y no haya estudiado lingüística”.

  Con esa expresión el doctor Rosario Candelier significó que el doctor Simó no necesitaba ser lingüista para entrar a la academia, y señaló que su presencia fortalecerá grandemente la institución.

  En el acto participaron también los doctores Manuel Matos Moquete, Irene Pérez Guerra, Andrés L. Mateo y Manuel Núñez.

Diogenes Cespedes

Por su lado, el doctor Diógenes Céspedes, al resaltar las cualidades del doctor Simó, lo definió como un exitoso hombre de negocios, que ha sabido unir la práctica empresarial con la educación, como base de los cambios individuales y sociales.

Indicó que, junto a un reconocido grupo de empresarios dominicanos, entre los que citó al señor José Luis Corripio, Manuel García Arévalo, los hermanos León Asencio y otros, “el rector Simó forma parte de esa minoría que ha sabido unir la creación de riquezas con el desarrollo de la arte, la literatura y la educación de nuestro país”.