TEHERAN (AFP) – El presidente iraní, el ultraconservador Mahmud Ahmadinejad, provocó este jueves otra polémica con Israel al proponer que Alemania y Austria acojan un Estado israelí en sus territorios, y calificó al país hebreo de «tumor». Menos de dos meses después de haber escandalizado a la comunidad internacional por haber dicho que «Israel debe ser borrado del mapa», el presidente iraní volvió a la carga pidiendo a estos dos países europeos que den un «trozo de tierra» a Israel si se consideran culpables de la matanza de judíos en la segunda guerra mundial.

   El gobierno estadounidense reiteró su «preocupación respecto al régimen de Irán», Israel las tachó de «escandalosas y racistas» y la Unión Europea (UE) las calificó de «inaceptables», al igual que la canciller alemana, Angela Merkel.

   El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, estimó que esto «demuestra o la falta de seriedad, o el alto grado de cinismo con el que el gobierno iraní analiza la situación».

   La ministra austríaca de Relaciones Exteriores, Ursula Plassnik, declaró que «no se pueden plantear dudas sobre el derecho a la existencia de Israel» y dijo que convocó al embajador iraní en Viena para pedirle explicaciones.

   «Ahora que ustedes creen que los judíos fueron oprimidos, ¿por qué los musulmanes palestinos deben pagar el precio?», declaró Ahmadinejad en una entrevista a la cadena de televisión por satélite iraní Al Alam.

   «Ustedes los oprimieron, así que cedan un pedazo de tierra europea al régimen sionista para que establezca allí el gobierno que quiera y los apoyaremos», propuso.

   «Que Alemania y Austria den dos o tres provincias al régimen sionista y el  problema quedará solucionado de raíz», agregó el presidente ultraconservador, elegido en junio pasado.

   Tras la polémica de octubre sobre Israel, la diplomacia iraní intentó atenuar esas declaraciones explicando que Irán niega toda legitimidad del Estado israelí.

   Según el presidente iraní, «los países europeos insisten en el hecho de que cometieron un genocidio judío durante la segunda guerra mundial», y que «en consecuencia, tienen que apoyar el régimen de ocupación de Qods (Jerusalén). No aceptamos esto».

   Además de calificar a Israel de «tumor», reiteró la posición tradicional del régimen de Teherán en favor de la organización de un referéndum «de la población nativa en ese lugar», excluyendo a los judíos que llegaron después de la segunda guerra mundial, «para que decidan su propio régimen».

   Ahmadinejad subrayó que «la mejor solución es la resistencia para que los enemigos del pueblo palestino vean la realidad y acepten el derecho del pueblo palestino a un territorio».

   El presidente se sitúa en la línea del guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, que declaró que «la resistencia palestina» hará caer al «régimen sionista».

   Además atacó el proceso de negociación entre israelíes y palestinos, ya que «hace 40 años que están negociando» sin resultados, resaltó.