Proponen medidas para revertir deterioro ambiental en el litoral Este

Proponen medidas para revertir deterioro ambiental en el litoral Este

POR ODALIS MEJÍA
El deterioro de los recursos costeros marinos del litoral este entre Santo Domingo y San Pedro de Macorís, podría corregirse, de acuerdo con técnicos ambientalistas e inversionistas de la zona que proponen medidas para rescatar o revertir el daño.

Entre los principales problemas ambientales se citan pérdida progresiva de las playas por la erosión, disminución considerable de barreras coralinas así como de la cantidad de peces y otras especies marinas, contaminación química y microbiológica de las aguas por el drenaje industrial y doméstico, impacto visual, y violación del límite de 60 metros a partir de la línea de la pleamar para hacer construcciones en el litoral.

Francisco Geraldes, director del Centro de Investigaciones Biológicas Marina (CIBIMA) de la Universidad Autónoma de Santo Domingo  (UASD) dijo que la costa entre los ríos Soco y Haina es fundamental en el sur la isla porque de ahí salen las principales fuentes de agua dulce que aportan los nutrientes para que la vida marina se desarrolle.

Dijo que la falta de planificación en el crecimiento urbano y los servicios que esto implicaría, como plantas de tratamiento de aguas negras, mal manejo de la basura y la falta de una gestión para controlar los vertimientos de industrias, afectan esos recursos.

«Cualquier proceso de recuperación debe estar ligado al control de los contaminantes, el control de la sedimentación que viene por los ríos y la erosión costera por obras de infraestructura hoteleras y de viviendas como en Juan Dolio y Guayacanes, donde se han construido unos muritos que provocan aumento de velocidad de la corriente que se lleva  la arena que se revuelca y cae sobre los corales y los mata», explicó.

Planteó, además, que se debe controlar la pesca para estimular la recuperación de la población de peces y otros animales que son fundamentales para que los arrecifes se mantengan vivos y crezcan.

Consideró que la situación es crítica y que se debe trabajar con los desarrollistas de la zona y los pescadores para reducir la presión y declarar zonas de no pesca, mediante limitación de espacios para que en un año se recuperen algunas especies.

Estimó un año para recuperar los peces y tres años para los corales.

«Revertir, mitigar y recuperar estos recursos es factible, ya que los mismos son renovables y dependen de una buena gestión administrativa y ambiental. Sin embargo, ésta es incipiente en el país», apuntó.

BOCA CHICA

Entre las soluciones a los problemas ambientales de Boca Chica la secretaría de Medio Ambiente recomendó la aplicación de las normas existentes para la instalación y operación de infraestructuras hoteleras e industriales.

También, la inversión en infraestructuras de saneamiento y una campaña de educación ambiental a usuarios locales y visitantes.

En esa línea caminan los comerciantes y hoteleros de la zona.

Raúl Valette, secretario general de la Asociación de Comerciantes del Polo Turístico de Boca Chica, pidió el retiro de los espigones que se construyeron en el área de la playa para hacer muelles.

Sugirió que esos muelles sean construidos sobre pilotillos, «de manera aérea, para que el agua y la arena puedan» moverse con el oleaje, sin resistencias.

Valette descarta que para evitar la erosión de la playa de Boca Chica la solución sea un dragado, sino una reconstrucción de la playa, tal como se ha hecho en otros países y citó a Cuba como ejemplo.

De su lado Henry Pimentel, presidente de la Asociación de Desarrollo de Boca Chica, que representa al sector hotelero, coincidió en que se debe reconstruir la playa.

«A todas las playas del mundo se les da mantenimiento cada cuatro o cinco años. Se hace desplazamiento de arena y cada seis meses se hacen movimientos de arena, pero una playa con tanta presión como Boca Chica y sin mantenimiento, llega a un deterioro», afirmó.

Consideró que la reconstrucción es asunto del Estado y estimó que se debe crear un programa de mantenimiento coordinado con instituciones estatales y empresas hoteleras.

Pimentel aseguró que han aportado para hacer el drenaje sanitario RD$4 millones. Este drenaje hará la conexión de los comercios con la planta de tratamiento de la Corporación del Acueducto y Alcantarillados de Santo Domingo (CAASD), para que eliminen filtrantes porque las aguas servidas que van al subsuelo se infiltran a la playa.

«La gente los usaba bajo la creencia de que estaban conectados al sistema sanitario y esto realmente se iba al subsuelo,» explicó.

Además, sugirió un ordenamiento comercial de la zona para eliminar la arrabalización

JUAN DOLIO Y GUAYACANES

Entre las propuestas planteadas para sanear esas playas están el rescate del río Higuamo, que según Radhamés Martínez Aponte, director de la Asociación de  Hoteleros de Juan Dolio y Guayacanes, tiene más de 50 años que no se draga.

Willian Gutiérrez, director de Conservación y Manejo de los Recursos Costeros Marinos de la secretaría de Medio Ambiente, advirtió que se debe respetar el área de los 60 metros libres de construcción a partir de la línea de la pleamar y estabilizar el sedimento de la playa.

Planteó que se deben detener los permisos de construcciones sobre ese margen, así como proteger y recuperar las barreras de coral.

Señaló que antes de autorizar cualquier construcción en las costas deben hacerse estudios geofísicos de la zona y no de forma individual, porque el «sector oficial es quien autoriza construcciones, por lo que debe haber más control».

«Es necesario hacer campañas con las autoridades, la sociedad, industriales, hoteleros, ONGs y las comunidades para revertir ese proceso que todavía estamos a tiempo», señaló.

Recientemente, la fundación Counterpart firmó un convenio con la Fundación Globalización Democracia y Desarrollo (FUNGLODE) para restaurar en algunas zonas costeras las barreras coralinas que según Jaime Moreno, director del Centro de Estudios de Desarrollo Sostenible de FUNGLODE, se encuentra en un estado deplorable.

Al valorar esa iniciativa, Gutiérrez advirtió que los arrecifes coralinos están deteriorados en varios puntos de las costas.

Gutiérrez sostiene que las zonas costeras deben verse con una visión estratégica de desarrollo integral, ya que allí se maneja gran parte de la economía del país en términos del Producto Interno Bruto, generación de divisas y empleos, además que están ubicados los principales puertos militares y civiles y centros de producción de energía eléctrica.

De su lado Gladys Rosado, bióloga de CIBIMA, sugiere una campaña de concientización en torno a la ecología costero marina.

Dijo que las inversiones en las costas deben responder a criterios técnicos de especialistas en el manejo de recursos naturales.

«Los técnicos deben orientar los criterios de desarrollo a la conservación del ambiente», señaló, de acuerdo al uso que se vaya a dar.

En cuanto a las medidas para evitar la erosión en las playas, sugiere eliminar todos los espigones como se ha hecho en países como en España, puesto que fueron construidos sin conocer la dinámica oceanográfica.

Consideró que las zonas afectadas podrían recuperarse cumpliendo con las normas de emisiones de cargas contaminantes y dar un tiempo entre 10 a 15 años para ver la evolución de la calidad ambiental y alcanzar los criterios para un uso directo.

EN EL HIGUAMO

La subsecretaría de Gestión Ambiental recomienda que el ingenio Colón y las demás industrias ubicadas en el entorno del río Higuamo elaboren un programa de manejo y adecuación ambiental ante el gran deterioro del río afectado por la falta de sistemas de disposición de desechos líquidos y sólidos.

«Es necesario que las industrias que descarguen sus aguas residuales hagan las adecuaciones pertinentes, en sus plantas de tratamientos de aguas residuales para disminuir o eliminar los impactos a los vertidos en el río», señaló.

Para esto, planteó, deberán tener en cuenta los parámetros de la Norma Ambiental de Calidad de Aguas y de los niveles permitidos de metales pesados, nitrógeno, sulfuro de hidrógeno y otros agentes químicos.

EL PNUD

En su último informe el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) planteó que la actividad turística tal y como se ha venido explotando hasta ahora no es sostenible. «Si en la próxima década se repite lo mismo que se hizo en la década pasada, los resultados serán  de menor rendimiento por unidad debido a los daños acumulados en materia ambiental y social,» planteó.

Expandir la frontera a través de incorporar zonas protegidas, expuso, puede mantener los ingresos de dividas pero a costa de depredar los nuevos destinos.

«Tenemos que cambiar la forma de explotación turística de las últimas dos décadas, puesto que si no se modifica, ésta se va agotar», expuso.

Citó que los problemas principales del sector se pueden enfrentar haciendo cumplir las normas, leyes y regulaciones, creando capital social e institucional, aumentado la oferta de servicios turísticos e integrando a las comunidades. «Hay que recuperar lo perdido en materia ambiental o hacer que los responsables de daños lo paguen».

MENOS TURISTAS

La Asociación de  Hoteleros de Juan Dolio y Guayacanes advierte que hay una disminución del flujo de turistas al país, la cual atribuyen a factores internos que pueden afectar el desarrollo de la actividad, por lo que han propuesto un gran encuentro para formular líneas estratégicas de desarrollo en temas como infraestructuras básicas, saneamiento de las zonas turísticas, ordenamiento territorial, protección al medio ambiente, estructura fiscal, fondo de promoción y esquema de incentivos.

«Este encuentro sería muy conveniente para el sector y para el país. En este evento probablemente se crearían las bases para la adopción de un nuevo modelo de desarrollo turístico”, planteó.

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