POR MARIO MENDEZ
Un seminario sobre la crisis del servicio eléctrico, celebrado con motivo del 466 aniversario de la fundación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), propuso «abandonar la capitalización y la privatización como paradigma».

En cambio, sugirió explorar «modelos mixtos como el actual, que se ha considerado funcional, si se mejora la acción reguladora del Estado y la actuación profesional y ética de los funcionarios del Estado».

Asimismo, recomendó una evaluación técnico de los precios de la energía, para reducir la base tarifaria media actual en un 23 por ciento.

De acuerdo a un informe que contiene las conclusiones del seminario, esa evaluación técnica permitiría reducir los costos de abastecimiento de las empresas distribuidoras entre 30 y 35 por ciento.

Igualmente, sugiere llevar a cabo una «acción sistemática de cobro de la energía servida hasta alcanzar al menos un índice de cobranza (energía cobrada/energía servida) de un 80 por ciento».

También propone eliminar todas las distorsiones incorporadas al modelo original de transacciones económicas en el mercado eléctrico, «como el Plan de Reducción de Apagones (PRA) y el concepto de no cortables».

Recomienda cambiar el PRA por un plan para el desarrollo de cooperativas eléctricas.

Igualmente, las conclusiones del seminario plantean evaluar la transacción económica de la recompra de Edesur y Edenorte, «aplicando lo contemplado en la ley 125-01 para retener la propiedad en manos del Estado dominicano en su valor justo».

Asimismo, se sugiere proceder con el caso de Edeeste de acuerdo a lo que establece la Constitución de la República sobre monopolios, «indemnizando a Aes Corp. en el valor justo de su inversión, y aplicando el artículo 99 de la Ley 125-01, para proceder a su recuperación económica».

Entre las propuestas del seminario también está la de «implementar de inmediato un Plan de Ahorro y Recuperación de Energía, que incluye un reordenamiento del sector transporte, dándole prioridad al transporte colectivo de pasajeros y de carga, la eliminación del GLP en el transporte público y privado, y el suministro prioritario y subsidiado a los lugares dominicanos de clase media y baja».

Adicionalmente, se propone poner en marcha un programa de educación energético, dirigido a la población en general y a los educandos.

«La de estos últimos puede hacerse dentro de un programa dirigido a educar a los jóvenes sobre el medio ambiente, programa que debe incorporarse al currículo programático de la educación básica», explica el informe que contiene las conclusiones del seminario.