Proponen que Francia y EU recostruyan capital y el Estado haitiano

<P>Proponen que Francia y EU recostruyan capital y el Estado haitiano</P>

Varios  intelectuales haitianos proponen, a través de un manifiesto, la creación de un comité de salvación nacional encabezado por Francia, Estados Unidos y por ciudadanos del vecino país, para  trabajar por la reconstrucción de Puerto Príncipe y del Estado.

Un grupo de intelectuales haitianos propuso que, para lograr la reconstrucción de Puerto Príncipe y el propio Estado haitiano, se recurra a la creación de  un comité de salvación nacional encabezado por Francia y Estados Unidos, así como por ciudadanos del vecino país “investidos de la más alta autoridad”.

Los sociólogos Michele Oriol, Daniel Supplice, y los historiadores Erick Baltasar y Jean-Philippe Belleau plantean sus sugerencias en un manifiesto denominado “Haití, Año Cero”, en el que explican que sin el referido organismo en diez años no se sabrá el destino de los recursos que se usen para la reconstrucción de ese país.

Estos prefieren a Francia y Estados Unidos para dirigir ese proceso, porque alegadamente no han funcionado las iniciativas de desarrollo implementadas por países caribeños y de América Latina.

“Esta nación  ya no puede permitirse ser el laboratorio de las ambiciones de potencias regionales cuyo papel, en estos últimos años, ha sido, por decir lo menos, superfluo”.

La propuesta de estos intelectuales, tres de los cuales laboran en la Universidad Estatal Haitiana y uno  en la Universidad de Harvard, surge a propósito del terremoto que, el pasado 12 de enero, afectó a la capital haitiana dejando un saldo de más de 170,000 muertos,  miles de heridos y cuantiosos daños a infraestructuras privadas y edificios gubernamentales.

Sin la ONU

En su manifiesto descartan la participación protagónica de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en ese comité, por lo que su rol deberá concentrarse en la atención a las infraestructuras y la educación, en el contexto del ordenamiento del territorio.

Esa posición está sustentada, de acuerdo con el documento, en el hecho de que para ellos el referido organismo está tan desacreditado como el presidente René Préval.

“Si la ONU goza de confianza en el mundo entero, hace mucho tiempo que no sucede lo mismo en nuestro país”. En ese sentido dijeron que los  haitianos tienen  derecho a saber por qué los 7,000 cascos azules presentes en Haití permanecieron en sus bases durante los seis días que siguieron al temblor de tierra hace 19 días.

De acuerdo con esa versión, “alrededor de 14,000 brazos  se quedaron cruzados mientras que los saqueadores tomaban la ciudad y las víctimas intentaban sacar a los suyos de los escombros”.

Cómo es posible que de este hecho, constatado por dos millones de haitianos, nadie haya informado, se preguntan los autores de la propuesta de desarrollo, copia de la cual tiene este diario.

La destrucción del Estado haitiano

En sus planteamientos  hacen duras críticas al gobierno haitiano, tanto por su imposibilidad de solucionar la crisis de ese país, como por su desempeño ante el trágico terremoto de 7.2 grados.

En ese sentido, explican que “el proceso de destrucción del Estado, iniciado hace 50  años, ha llegado a su término, por lo que hay  que admitir esta realidad si queremos avanzar”.

“La población ha constatado la imposibilidad total de los responsables para tranquilizarla, para aportar las primeras respuestas a su desconcierto y para coordinar la ayuda internacional”.

Un presidente -René Préval- desamparado y asustado ha sido incapaz  de dirigirse a su pueblo, si no es para quejarse de que también él estaba sin techo, plantean en el documento.

Pero la comunidad internacional no se queda fuera de esos cuestionamientos pues, según los autores de la propuesta de reconstrucción de Haití, en los últimos años se han invertido grandes sumas de dinero en proyectos para la prevención de desastres que,  a la postre, no han tenido ningún efecto.

“Los miles de millones de dólares invertidos en la construcción de infraestructuras desde hace quince años han tenido pocos resultados”.

Los intelectuales advierten que, probablemente,  la ayuda que llegue ahora “ será engullida de nuevo por un gigantesco agujero negro de inercia, de corrupción y de incompetencia, por lo que rehacer  los mismos proyectos  será un fracaso”.

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