Proponente aclara Ley de Castración no es mutilación

Proponente aclara Ley de Castración no es mutilación

El senador Franklin Romero habló con HOY en exclusiva. Troi Orlando Espejo.

El proyecto del congresista Franklin Romero, ha despertado el debate entre reputados juristas constitucionalistas del país, sobre Tratamiento Hormonal Voluntario

El senador Franklin Romero proponente de la ley que incorpora al Código Penal el Tratamiento Hormonal Voluntario (THV) para los Sentenciados en agravio por Delito de Violación Sexual a menores de edad y personas en estados de inconsciencia, incapacidad o imposibilidad de resistencia, aclaró que la pieza legislativa no busca mutilar órganos de los culpables de estos delitos sino bajarles los niveles de testosterona en la sangre por vía de una inyección.

Romero quien hizo el sometimiento ante el Senado de la República de esta ley, hizo la aclaración tras activarse el debate y surgir algunas interrogantes. «Es un proceso químico que bien puede considerarse una especie de medida de seguridad, para nada estamos hablando de que se mutilen los órganos genitales de las personas», dijo Romero.

Según detalló el congresista oficialista de la provincia Duarte, en esta pieza sometió en la Secretaría General Legislativa del Senado el 14 de este de mes junio, se plantea que esta modalidad de castigo para los violadores sexuales, sea voluntaria y que los que opten por ella reciban a cambio una rebaja de la pena que se le haya establecido.

«En el caso de que el violador decida no someterse a la inyección de castración química y quiera cumplir sus años en la cárcel, si al salir reincide en el delito, entonces se le aplicará de manera obligatoria», agregó el senador Franklin Romero.

Algunos juristas especialistas en los temas constitucionales han subido el nivel del debate destacando que una disposición constitucional prohíbe la tortura o cualquier procedimiento tendente a dañar la salud o vejar a las personas. Los que defienden el proyecto apuntan que no puede hacerse tal comparación, pues el proyecto de Romero no busca no perjudicar al individuo en lo absoluto, sino de aplicar un tratamiento científico para evitarle la compulsión que los lleva a cometer este tipo de agresiones, en especial contra menores de edad.

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