Recientemente escribimos un artículo titulado “Pedro Mir y René del Risco Bermúdez”. Este trabajo atrajo la atención de muchos lectores que nos contactaron para felicitarnos. Algunos de ellos nos sugirieron que gestionáramos ante el síndico de esta municipalidad la instalación, a la entrada de la ciudad desde el oeste, la imagen de un limpiabotas con el título “Ahora que vuelvo Ton” en homenaje a nuestro poeta René del Risco y Bermúdez.
Después de analizar las propuestas recibidas, nos atrevemos a proponer al Ayuntamiento de San Pedro de Macorís y a su síndico, que en unas de esas bellas avenidas que bordean la ría del Higuamo y el mar Caribe con su malecón, se destine una zona – paseo de nuestros poetas – para rendir homenaje permanente a los poetas petromacorisanos. Entendemos que en ese espacio se deberían colocar tarjas con sus nombres, fechas nacimiento y defunción de los fallecidos, y con fragmentos de sus poemas o cuentos más significativos.
Este tramo de avenida serviría de memoria histórica a una de las ciudades de nuestro país que más poetas importantes ha parido y le agregaría valor turístico a una ciudad favorecida por el talento de nuestros peloteros de grandes ligas que han construido hermosas viviendas.
La lista de poetas insignes es bastante dilatada. Para mencionar unos cuantos, recordamos a Pedro Mir, Poeta Nacional; Francisco Domínguez Charro, Freddy Gatón Arce, Ludín Lugo Martínez, Antonio Frías Gálvez, Edelmira Cabral de Valdespares, Yina Sergia Ducos Castillo, Carmen Natalia Martínez Bonilla, César Israel Sánchez Beras, René del Risco Bermúdez y muchos otros que por razón de espacio no podemos mencionar.
Qué interesante y educativo sería debajo del nombre de Pedro Mir colocar una estrofa de su poema cumbre Hay un país en el mundo. Podría ser: “Miro un brusco tropel de raíles, son del ingenio, sus soportes de verde aborigen son del ingenio, y las mansas montañas de origen, son del ingenio, y la caña y la yerba y el mimbre, son del ingenio, y los muelles y el agua y el liquen, son del ingenio, y el camino y sus dos cicatrices, son del ingenio, y los pueblos pequeños y vírgenes, son del ingenio”.
O, debajo de la estampa de Francisco Domínguez Charro, una estrofa de su poema Viejo negro del puerto como: “Viejo negro del puerto! Esta noche de niebla es propicia al rito mudo de su fervor atávico; prende tu pipa fuerte, embriágate de trópico, sumérgete en ti mismo y apura tu nostalgia… Escancia la tortura de tu alma en un festín inmóvil con tus ansias: Insúflate en la nada, penetra los abismos insondables, fija la indescriptible quietud de tu mirada, y acorta la jornada redentora de tu retorno al África…”.
Un trozo hermoso de la poesía cumbre de Norberto James Los inmigrantes que diga: “Aún no se ha escrito la historia de su congoja. Su viejo dolor unido al nuestro. No tuvieron tiempo -de niños- para asir entre sus dedos los múltiples colores de las mariposas. Atar en la mirada los paisajes del archipiélago. Conocer el canto húmedo de los ríos. No tuvieron tiempo de decir -Esta tierra es nuestra. Juntaremos colores. Haremos bandera. La defenderemos”.
La propuesta está formulada en este artículo. Esperamos que los honorables miembros de la Sala Capitular del Cabildo de San Pedro de Macorís la acoja, así como sus munícipes. De aceptarla, no dudamos que sin lugar a dudas San Pedro de Macorís tendrá un valor cultural agregado como ciudad.