Propuesta de empleo MVP,
los caminos del infierno

Propuesta de empleo MVP,<BR>los caminos del infierno

FRANCISCO ANTONIO MÉNDEZ
El candidato presidencial del PRD, ingeniero Miguel Vargas Maldonado, acaba de destaparse con una, supuestamente inédita e innovadora propuesta de creación de empleos mediante el otorgamiento de incentivos fiscales. De manera particular, a través de la reducción del impuesto sobre la renta a las empresas de 25 al 15% y de exenciones impositivas a las contratantes de jóvenes de primer empleo.

Con el mismo objetivo, pero de manera totalmente contraria, mediante políticas de gastos expansivas –inversión de RD$7,500 millones para la construcción de viviendas y, según ellos, de US$400 millones para la recompra de los contratos del Acuerdo de Madrid, con el objetivo de lograr una reducción del 20% del costo de la energía en RD.

A simple vista, estas atractivas propuestas deberían merecer todo el respaldo nacional. ¿Quién en su sano juicio se opondría a que se generen mayores oportunidades de empleos y se mejoren los niveles de competitividad de nuestro sector productivo? Evidentemente que nadie. Pero si hurgamos en los detalles veremos, como dice el refrán, que “de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno”.

En efecto, la propuesta presentada por el candidato presidencial del PRD refleja una dicotomía estructural. Por un lado, reduce los ingresos fiscales del Estado, y por el otro, incrementa los gastos gubernamentales. Una combinación explosiva: fuego y gasolina. Es como empujar nuevamente, con pócimas mágicas y superchería la economía nacional al averno del desasosiego económico vivido recientemente.

¿Bajo qué premisas financieramente sustentables y racionales se puede proyectar un presupuesto que reduzca los ingresos fiscales en RD$19 mil millones, mientras que por otro lado, proponga incrementos del gasto gubernamental superiores a los RD$21 millones?  Estamos hablando de una diferencia absoluta superior a los RD$40 mil millones, aproximadamente un 3.4% del PIB. Cifra que guarda cierta similitud con los famosos RD$57 mil millones del hoyo de Baninter, usados para justificar el catastrófico salvataje bancario -que no salvamento. Es curioso, pero estos números parecen perseguir a sus prohijadores, los asesores económicos de Vargas Maldonado.

Luego, la pregunta obligada sería si es viable la propuesta. O en su defecto, ¿qué sería necesario para su aplicación? De entrada, y ante los sacrificios que ha tenido que sufrir el pueblo dominicano, luego de la crisis del 2003 –tasa de cambio del 60 por uno, galopante inflación del 40% y alto nivel de desempleo por la tasa de interés del 60%- se puede perfectamente colegir que la estabilidad macro-económica no resistiría una tronera financiera de semejante magnitud.

Visto y analizado lo anterior, se colige que el financiamiento de esta propuesta de reducción de impuestos directos, sólo será posible a través de un incremento de los impuestos indirectos, entiéndase el ITBI; o haciendo uso del endeudamiento gubernamental, aspecto en el cual estos asesores económicos demostraron una gran habilidad, al duplicar la deuda externa nacional en tan solo un cuatrienio. Puesto que en economía no hay almuerzo gratis, alguien tendrá que pagar los costos de este invento calcado de otras latitudes y realidades institucionales, Irlanda, por ejemplo. Obviamente, los sectores de menores ingresos tendrán que soportar la carga de esta quimérica propuesta.

Sobre esto último es bueno recordar que la justificación de estos chamanes económicos para la emisión de los US$1,100 millones de bonos soberanos era que el shock económico generado por la reforma fiscal, que inoportunamente habían implementado, requería un impulso externo y que nuestra economía tenía una capacidad ilimitada de endeudamiento. Huelga cualquier comentario adicional, ya que conocemos los resultados.

Por consiguiente, el señor candidato del PRD que plantea en un spot que ‘sabe cómo hacerlo’ deberá explicar a la Nación si sus enseñanzas de economía 011 provienen de sus asesores económicos, los cuales postulan públicamente que la base tributaria debe ser incrementada y que la tasa de cambio debe ser ‘competitiva’. Dos aspectos que, traducidos al cristiano, significan: primero, que hay que volver a las mini-devaluaciones que metieron el dólar al 60 por uno; y segundo, que habrá que incrementar el ITBIS y universalizar su base.

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