En rigor este artículo debiera enfocarse a la “proyección de las relaciones exteriores” del Gobierno que se estrena hoy, aunque fueron claramente delineadas por el nuevo canciller al exponer los “lineamientos” en política exterior del PRM. Sin embargo, creo conveniente referirme al tema por “confusiones” que he escuchado y leído que nada tienen que ver con la realidad y conveniencia de la nación.
Estados Unidos es nuestro principal y predilecto socio económico-comercial, siendo enteramente lógico que se procure incrementar los lazos comerciales y seguir tratando de sacarle el mayor provecho al acuerdo de libre comercio vigente.
Lo racional es buscar un comercio creciente con Washington pero que, a la vez, seamos menos dependientes del mismo aumentando los intercambios con el resto del mundo, del que China es parte. Más intercambio con EEUU no conlleva menos con China ni con nadie.
Hay quienes no entienden cuando el ministro Roberto Álvarez calificó las relaciones con China como “estatales”. Todos los vínculos diplomáticos son de “Estado a Estado”, no dependen de la presencia de un Gobierno u otro, pero a mi entender lo especificó referente a China debido a aquellos que pensaban que la formalización de los vínculos con Beijing fue un problema del PLD.
La formalización de relaciones fue una decisión justa, lógica y pragmática, inserta en la realidad del mundo de hoy que no dudo que si no se hubieran establecido lo habría hecho este nuevo Gobierno, pensando en los mejores intereses de la nación.
En la “guerra” de EEUU con China no debemos tener espacio aunque seguramente Pompeo intentará presionar y dar lecciones.
Este país no puede ignorar el potencial que encierran las relaciones con China. La región ha sabido tener pragmatismo y sentido de oportunidad. China es el segundo socio comercial regional, pero primero en la mayoría de las principales economías, las que exportan volúmenes multimillonarios de bienes.
Solo si EEUU pudiera asumir esas importaciones cambiarían de dirección, lo contrario sería un servilismo incongruente con el interés nacional. China ha invertido miles de millones de dólares en turismo en el Caribe y la región mira con expectativas la llegada de turistas chinos, los que más viajan y gastan en el mundo.
Millones de ellos visitan EEUU cada año; ¿va Washington a cerrarle las puertas? La economía china ya está en plena recuperación, habiendo crecido en el segundo trimestre 3.8%. Los europeos lo están aprovechando. Según la Comisión Europea si antes de la pandemia llegaban desde China 35 trenes semanales ahora están arribando hasta 60.
Con un país destrozado en lo sanitario, económico y social, la brújula debe marcar la conveniencia de la nación ajustándonos a normas internacionales y nacionales. Busquemos llegar con nuestros bienes a todas partes y recibir inversiones, mediante la correspondiente licitación. Que participen los que quieran y puedan.
China no ha mostrado interés geopolítico hacia RD que no sea fomentar relaciones mutuamente beneficiosas. No tengamos susto.