400 jóvenes mujeres que a partir de ahora podrán sostenerse ellas y sus familias, la mayoría ya emprendedoras, con sus propios negocios, fueron investidas en la primera graduación de Proesperanza, centro de formación que preside la ingeniera Judith Cury.
Durante la ceremonia se presentaron varios videos de los programas que ejecuta el centro de formación técnica, que en esta primera graduación incluyó unos 200 talleres en 13 áreas orientadas al empoderamiento económico femenino en quince provincias del país.
Algunas de las graduandas dieron sus testimonios sobre cómo les ha cambiado la vida, como Paola Espinosa, representante de Hato Mayor, quien expresó lo agradecida y orgullosa que se siente de pertenecer a Proesperanza.
Las graduandas también hablaron sobre lo aprendido en la institución, y cómo les han brindado las herramientas para empoderarse tanto en conocimientos de negocios como de manera personal.
La presidenta de Proesperanza, Judith Cury, pronunció el discurso central en el acto de investidura, destacando su satisfacción de entregar a la sociedad dominicana 400 mujeres con iniciativas de negocios.
“Las mujeres dominicanas son de naturaleza emprendedora, y estas consideran que en el país existe un buen ambiente para iniciar sus proyectos, pero es necesario ofrecerles la formación y la asesorías que las acompañe en ese proceso de incubación y desarrollo, a fin de evitar que se vean obligadas a abandonar en el proceso, ya que muchos de los emprendimientos de mujeres no sobrepasan los 42 meses”, expresó.
Cury reconoció la entrega y dedicación de las graduandas y sostuvo que la formación que recibieron les permitirá romper con ciclos de pobreza en sus familias y comunidades, a través del empoderamiento socio económico.
Añadió que desde sus inicios, hace aproximadamente tres años, Prosperanza viene respaldando a todas las mujeres de trabajo que sientan la necesidad y tengan aspiraciones de desarrollo.
“Nos enfocamos en una asistencia integral para despertarlas, derribando las ataduras y creencias limitantes que no las dejan avanzar”.
“Hoy entregamos a la sociedad mujeres autónomas social y económicamente capacitadas en diversas áreas y actividades determinantes por su necesidad en los nuevos modelos de negocio de nuestro aparato productivo nacional, lo que ahora les permitirá insertarse en él y producir riquezas”, expresó.
La presidenta de Proesperanza afirmó en su discurso: “Durante estos tres años, y con el apoyo de otras mujeres y profesionales voluntarias, hemos recorrido quince provincias con los talleres móviles de Prosperanza, los cuales han impactado positivamente a más diez mil mujeres”.
Representantes de las empresas que han respaldado el proyecto también se dirigieron a las participantes en el acto de graduación en el que el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, invocó al Creador pidiendo bendición para la iniciativa de capacitación que ofrece Proesperanza.
“Esta iniciativa que ha iniciado Proesperanza es una obra buena, la ponemos en tus manos, queremos que tú sigas impulsando instituciones como esta, por el bien de los necesitados”, exclamó.
Un gran entusiasmo se evidenció en las graduandas cuando recibieron de manos de Judith Cury los certificados que las avalan en el área en que fueron capacitadas.