Por segunda vez en poco más de un año la empresa embotelladora de refrescos Bepensa fue objeto el miércoles de un sorpresivo intento de ocupación de sus instalaciones con la actuación de hombres armados a partir, aparentemente, de un viejo litigio por el terreno que la empresa usufructa, situación heredada de dueños anteriores usada en desmedro de unos derechos de posesión de larga data y prestigio de marca. Como en la ocasión anterior, las autoridades salieron esta vez en defensa de esos derechos sin evitar que, de todos modos, se causaran perjuicios importantes a la entidad. Esta nueva embestida pone de relieve la infuncionalidad de la ley y de los organismos que deben preservar la legitimidad de propiedades despejando confusiones, fallando sobre casos con sentido de oportunidad y protegiendo de manera permanente los derechos que estén bien documentados.
Una y otra vez, la posesión de inmuebles en ciudades y en zonas de vocación turística ha estado expuesta a lo incierto. A la súbita aparición de reclamantes que actúan con desparpajo. La lentitud en procesar, o una notable incapacidad para manejar contenciosamente los litigios, es causa de incertidumbre. El desarrollo de actividades pacíficas y productivas en espacios privados debe ser preservado, lo que no se logra totalmente a pesar de los esfuerzos del Estado con un costosísimo financiamiento para regularizar lo inmobiliario.

Emergencias en la costa

El litoral de Santo Domingo se delata con frecuencia como escenario trágico a causa de personas que tratan de poner fin a su vida o que sufren accidentes de tránsito con caídas al mar. Otras veces las emergencias implican a aficionados a la pesca o curiosos que cometen imprudencias. Se ha visto que en muchos casos la reacción para rescate a cargo de los organismos correspondientes es lenta o insuficiente en recursos y personal aplicados.
Las estadísticas de mortalidad por ahogamiento en esa zona mueven a solicitar un reforzamiento de los mecanismos que deben llevar a cabo las operaciones de salvamento. Algo asociado, o encabezado, por el sistema del 911. Además, se trata de una zona costera inapropiada para servir de balneario público en la que predominan los acantilados, el fuerte oleaje y las aguas contaminadas.