Protección para el  productor

Protección para el  productor

La  crisis financiera internacional obliga a los gobiernos a proteger de manera especial a sus productores para evitar que vayan a la ruina. Ecuador y Brasil, para citar dos ejemplos, han impuesto controles  a sus importaciones por medio de regímenes arancelarios especiales o fijación de  cuotas. Aquí deberíamos hacer algo parecido, asumiendo la protección de nuestros productores hasta donde lo permitan los tratados comerciales internacionales que hemos suscrito. Ahora mismo, nuestros productores de cebolla de Baní están sobrecogidos por el temor de que, como en otros tiempos, el Gobierno otorgue permisos para importaciones de ese renglón.

Ya se ha hecho bastante daño a estos productores con los atrasos en los pagos en que suele incurrir el Gobierno. Sería un atentado contra la supervivencia de estos hombres y mujeres si materializaran los justificados temores que tienen ante la posibilidad de que se permita la importación de cebolla, en momentos en que ellos tienen una  cosecha que, según afirman, cubriría las necesidades del país. Es un deber del Gobierno evitar que entre la crisis financiera global y la competencia desleal lleven a la ruina a estos productores. La Secretaría de Agricultura debería congelar la importación de este renglón y solo autorizarla en caso de una producción local insuficiente. Es una protección necesaria en estos tiempos de crisis.

 

Las cuentas municipales

La Cámara de Cuentas ha tenido que emplazar nuevamente a 153 ayuntamientos, juntas municipales y afines que no han rendido cuentas detalladas de sus ejecuciones presupuestarias del 2008. No habiendo obtemperado a un requerimiento de cuentas que el organismo les hizo el 5 de diciembre del año pasado, se les conmina a rendir cuentas a más tardar el 16 del presente mes, so pena de ser pasibles de sometimiento judicial por desacato a la ley.

Un país no puede darse el lujo de permitir que los fondos del erario sean manejados con semejante desparpajo, sin rendir debida cuenta de en qué y cómo se gastó hasta el último centavo. La Cámara de Cuentas debe ser inflexible en la ejecución de este emplazamiento público a estas 153 entidades municipales. Inclusive debería, en caso de incumplimiento, buscar los medios para intervenir, auditar esos ayuntamientos y de acuerdo a los resultados disponer lo que mande la ley.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas