La Procuraduría ordenó reforzar la seguridad en torno al procurador adjunto Ramón Arístides Madera que investiga a los policías que mataron a dos acusados de secuestrar a Eduardo Baldera.
El procurador general reforzó ayer la seguridad del presidente de la comisión que investiga la muerte de los presuntos secuestradores de Eduardo Baldera Gómez, contra quien desconocidos habrían tratado de atentar.
De acuerdo con una fuente cercana a la Procuraduría General de la República, el procurador adjunto Ramón Arístides Madera fue perseguido por desconocidos luego de salir de la Clínica Corazones Unidos, en Naco.
Según el informante, Madera salió del centro alrededor de las 7:00 de la noche junto a su esposa y mientras se dirigía a su vehículo notó que un desconocido caminaba paralelo a ellos y pudo escuchar cuando dijo a otra persona por celular sí, sí, sí para el que va para la yipeta Lexus negra.
Explicó que al notar la situación, el magistrado Madera tomó su arma en manos y, acto seguido, el desconocido dijo que solo quería pedirle ayuda para su vehículo que se le había quedado sin gasoil, pero al no tener respuesta se marchó del lugar.
La fuente dijo que el magistrado informó de la situación al procurador Radhamés Jiménez, quien tomó las medidas de rigor en esos casos porque no descarta que se trate de sectores que buscan amedrentar a su adjunto inmerso en una investigación delicada.
Al respecto el informante indicó que el caso de las muertes de los presuntos secuestradores William de Jesús Batista, Cecilio Díaz y del sargento Catalino de Jesús Pérez está a la espera de un informe del Inacif.
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Sobre el caso
La Comisión que encabeza Madera espera el resultado de tres pruebas de ADN a Batista, Díaz y Pérez con las que se determinaría a quién correspondía la sangre encontrada en el lugar señalado como escenario del supuesto intercambio de disparos en que murieron los presuntos secuestradores de Baldera. Se espera que el informe sea rendido esta semana al procurador Jiménez.