Protegen el Solenodonte
Se desconoce el número
de individuos existentes

<STRONG>Protegen el Solenodonte<BR></STRONG>Se desconoce el número <BR>de individuos existentes

Loma La Herradura,  El Seibo.- De regreso a su casa. después de una agotadora jornada de captura de jaibas en una cañada, Secundino Pión casi se tropieza en medio de la oscuridad de la noche con un extraño animal. El susto de brinco y espanto lo dejó pasmado.

“¡Carajo, qué animal tan raro y tan feo!”, atinó a balbucear. Recuperó el aliento y, con ayuda del mechón de querosén que utiliza para alumbrar jaibas en solemnidad de las oscuras y frías  noches, observó más de cerca la extraña especie que tenía a pocos metros.

“Claro que me asusté cuando vi ese animal con pelos y ese hocico tan largo”. Al día siguiente Secundino notificó el novedoso acontecimiento. Alguien avisó a la Sociedad Ornitológica de La Hispaniola (SOH). Y el siguiente fin de Semana, un equipo de trabajo, encabezado por  Jorge Luis Brocca, director regional ejecutivo de la entidad, localizó un solenodonte.

La zona donde fue hallado este mamífero pertenece al Central Romana Corporation, empresa que decidió proteger el área para fines de investigación científica. Esta zona también es utilizada en un proyecto piloto de reintroducción del Gavilán de la Hispaniola, otra especie endémica en peligro de extinción. Personal de la SOH estableció tres campamentos en este lugar.

Conocida científicamente como Solenedon paradxus, este frágil mamífero tiene hábitos nocturnos. Raramente tiene contacto con humanos. No se conoce exactamente cuántos individuos existen.

Se sabe, sin embargo, que sobreviven en la zona montañosa de la región de Haití, en el Parque Nacional Jaragua, en algunas zonas de la cordillera Oriental  en la región Este, donde anteriormente un perro mató uno   y otro fue capturado.

 También se ha reportado la presencia de esta especie endémica de la isla en el área protegida de Loma Quita Espuela, en San Francisco de Macorís. Hace unos años, un campesino de la comunidad Majagual, colindante con el Parque Nacional de Los Haitises, le informó al doctor Leo Heredia de la presencia de un solenodonte cerca de su casa.

Hábitos, alimentación

El animal fue descrito por primera vez por Brand en 1833, quien asegura que existía  desde antes de la colonización y posterior a esa etapa en la Isla La Española compuesta  por la República Dominicana y Haití. Tiene pelaje marrón en la mayor parte de su cuerpo y amarillento en la parte inferior. No tiene pelos en la cola, ni las patas, ni en la punta del hocico. Sus extremidades poseen afiladas uñas que utilizan para excavar.

La cabeza del Solenodonte es grande en proporción a su cuerpo. Tiene cara alargada, con orejas y ojos pequeños, semiocultos por los pelos.

El hocico es largo y cartilaginoso y se soporta por un hueso denominado proboscis localizado en el extremo de la cara. Sus dientes son largos y afilados.

Los machos tienen los testículos yaciendo en la cavidad abdominal y el pene oculto. Las hembras pueden tener dos partos al año pariendo entre una y tres crías. Cuando nacen tres, sólo dos sobreviven.

Las mamas o tetas de la hembra están situadas al borde de la base de su cola. Habitan en madrigueras y las crías son amamantadas durante 75 días. Los machos se quedan más tiempo con sus padrotes y pueden cohabitar hasta ocho de ellos en una cueva.

Esta especie tiene glándulas en las ingles y axilas que emanan un olor parecido al de los chivos. Se pelean entre sí con frecuencia y mueren en combates. Emiten gruñidos similares a un cerdo o sonidos como un ave.

Cuando se le persigue, el Solenodonte  asume una actitud cobarde. Esconde su cabeza para no ver a sus persecutores y se le puede capturar con facilidad.

Durante años, la ciencia lo desconocía debido a sus hábitos nocturnos, además de que como especie en extinción no son numerosos. No forman parte de cadenas alimenticias en ningún ecosistema.

Cuando suelen salir al exterior se mueven con inestabilidad, tambaleantes y con rigidez. Es un animal sumamente frágil. Quienes los han visto de cerca afirman que nunca corren en línea recta.

El solenodonte se alimenta de materia animal y vegetal, tales como artrópodos, gusanos y gasterópodos. También ingieren pequeños reptiles, raíces, frutas y follaje. Sólo beben agua cuando se bañan.

Investigación

La SOH,  conjuntamente con Durrel Wildlife Conservation y el Jardín Zoológico Nacional,  realiza una investigación de mamíferos endémicos  en el Parque Nacional Sierra de Baoruco.

El  proyecto, que tiene seis empleados, es denominado “Construyendo con evidencias, base y capacidades para conservar los mamíferos endémicos de la Hispaniola”.

Los supervisores y coordinadores  internacionales son Richard Young y John Fa, de la organización Durrell Wildlife Conservation Trust. El señor Brocca, de la SOH,  supervisa y coordina  a nivel nacional.

Se sabe que este mamífero ha sido poco estudiado a nivel de campo. Por eso las instituciones involucradas en la investigación unificaron esfuerzos para realizar y desarrollar proyectos  para el conocimiento y la recuperación de la especie.

La Unión Internacional para la Naturaleza (UICN) lo clasifica en “peligro de extinción”, principalmente por la pérdida de hábitat y por la amenaza de especies exóticas introducidas.  Es atacado regularmente por perros salvajes, gatos cimarrones y los hurones.

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